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MUSEO DEL PRADO

Las pintoras se reivindican en el Prado

Exposición «Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana»

Edificio Jerónimos. Museo del Prado

Del 22 de octubre al 02 de febrero

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NATIVIDAD PULIDO

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Sus nombres eran premonitorios. Sofonisba, una princesa cartaginesa que se sacrificó por su familia y su pueblo. Lavinia, una virtuosa matrona de la Roma clásica que murió por defender su castidad. Dos nombres míticos para las dos heroínas de esta historia: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana, pintoras italianas (una de Cremona, la otra de Bolonia) del siglo XVI, que fueron auténticas celebridades en una época en la que la aspiración de las familias para sus hijas pasaba por que se casaran o ingresaran en un convento. No había un plan C.

Hace tres años el Prado saldaba una deuda histórica con las mujeres. Abría la primera exposición dedicada a una artista, Clara Peeters, que pintaba autorretratos en los reflejos de los objetos metálicos que aparecían en sus cuadros. La invisibilidad de las mujeres en el Prado parece que ya es historia. Ahora son dos las artistas que se reivindican como grandes pintoras en sus salas. Y aguantan el tipo ante sus colegas.

«La presencia de las mujeres es una laguna que tenemos todos los museos -dice Miguel Falomir, director del Prado-. Hemos querido hacer una exposición que mostrara que no hay una sola forma de ser mujer y ser artista. Dentro de unas mismas coordenadas geográficas y culturales, unas desarrollan una carrera como aficionadas y otras son capaces de tener un taller y competir con sus colegas masculinos». Adelanta el director del Prado que el año que viene habrá en el museo una exposición sobre el papel y la imagen de la mujer en la pintura española de finales del XIX y principios del XX.

Autorretrato tocando la espineta

de Lavinia Fontana

Óleo sobre lienzo, 1577

Roma, Accademia Nazionale di San Luca

“La presencia de las mujeres es una laguna que tenemos todos los museos”

Son 33 las pintoras presentes en las colecciones del Prado (69, si incluimos grabadoras, ilustradoras, etc). Por contra, la nómina de pintores en los fondos de la pinacoteca es de más de 5.000. El porcentaje resulta «tramposo»: el 42% de las pinturas de las mujeres está expuesto en el Prado, frente al 31% de las de los hombres. Y es que la diferencia de obras entre unas y otros es abrumadora. En estos momentos siete cuadros de pintoras cuelgan en el Prado: uno de Angelica Kauffmann, otro de Artemisia Gentileschi, cuatro de Clara Peeters y una, la última en sumarse, de Rosa Bonheur: «El Cid». A ellas hay que añadir las cuatro obras de Sofonisba Anguissola y una de su hermana Lucia presentes en la exposición.

Las mujeres en el Museo del Prado

Son 33 las pintoras presentes en las colecciones del Prado (69, si incluimos grabadoras, ilustradoras, etc). Por contra, la nómina de pintores en los fondos de la pinacoteca es de más de 5.000. El porcentaje resulta «tramposo»: el 42% de las pinturas de las mujeres está expuesto en el Prado, frente al 31% de las de los hombres.

La muestra reúne, hasta el 2 de febrero de 2020, 65 obras (entre ellas, 24 de Lavinia y 25 de Sofonisba), procedentes de una veintena de colecciones de Europa y Estados Unidos. Leticia Ruiz, jefa del Departamento de Pintura Española hasta 1500 del Prado y comisaria de la exposición, advierte que la muestra narra «un relato sobre dos pioneras de la historia de la pintura, que van a permitir dar visibilidad y respetabilidad a las mujeres en la creación artística. Pero, sobre todo, el público va a disfrutar de dos excelentes pintoras».

El Prado no tiene en su colección ninguna obra de Lavinia Fontana (Bolonia, 1552-Roma, 1614). Hija de un pintor muy célebre de Bolonia, Próspero Fontana, quien la inicia en el dibujo y la pintura en casa, fue la primera pintora profesional de la Historia. Estrechó relaciones con nobles, eclesiásticos y coleccionistas. Se casó con Giovanni Paolo Zappi. Fue una auténtica superwoman de la época: concilió su trabajo (dirigía un taller de pintura, viajaba a Roma y Florencia) con ser ama de casa y madre de once hijos. Sólo tres le sobrevivieron.

Autorretrato ante el caballete

de Sofonisba Anguissola

Óleo sobre lienzo, h. 1556-57

Polonia, The Castle – Museum in Łańcut 

Fue la primera pintora que contó con un taller propio y la primera que se atrevió a pintar escenas mitológicas, a las que da una vuelta de tuerca: incorpora desnudos, digamos comprometidos, de carácter erótico, en algunos casos encargados por cardenales y personas cercanas al Papa. Es el caso de «Marte y Venus», de la Fundación Casa de Alba. «Es la primera pintura que trata este tema mitológico desde el punto de vista erótico. Va más allá, hace que la mano del dios se pose directamente sobre las posaderas de la diosa, que se vuelve y mira al espectador. Eros se ha quedado dormido. Hay un relato muy intenso», explica Leticia Ruiz. Marte sería hoy acusado de acoso. «Una mujer no se podía formar en las academias, no podía acceder a la contemplación directa del cuerpo humano, porque se consideraba indecoroso, impropio para las mujeres -añade la comisaria-. Cuando se hizo profesional, aceptó todos los encargos. Se atreve con cuadros de altar de grandes dimensiones, retratos de todas las posibilidades: de grupo, de damas, de niños. Es la gran retratista de Bolonia en ese momento».

Está enterrada en la iglesia de Santa Maria sopra Minerva de Roma. En un documento del Archivo Secreto Vaticano, tras la muerte de Lavinia Fontana, se escribió este texto: «El lunes pasó a mejor vida Lavinia Fontana, boloñesa, pintora singular entre las mujeres de nuestros días, que estaba a la par de los principales hombres de la profesión». Entre sus obras expuestas, retratos, obras religiosas y mitológicas como «Cabeza de joven», de la Galería Borghese; «La Virgen del Silencio», del Monasterio de El Escorial, o «Minerva desnuda», de una colección boloñesa. 

En el caso de Sofonisba Anguissola (Cremona, h. 1535-Palermo, 1625), pertenecía a una familia de rancio abolengo: los Anguissola-Ponzoni. Su padre, Amilcare, logró que sus hijos (seis niñas y un niño) se educaran en un entorno humanista, como promovió Baltasar Castiglione en «El cortesano». Toda dama que se precie debía tener conocimientos de idiomas, literatura, música, danza, arte… Se casó dos veces: primero, con Fabrizio de Moncada, el marido que le impuso Felipe II; después, con el que ella misma eligió: Orazio Lomellini. No tuvo hijos.

Su padre llevó a cabo una intensa campaña propagandística para conseguir que sus hijas alcanzaran el puesto que su clase social merecía. Así, envió al mismísimo Miguel Ángel Buonarroti un dibujo de Sofonisba, presente en la exposición, en el que una niña que ríe trata de enseñar a leer a una criada. A Miguel Ángel le gustó mucho. Pero le puso a prueba. ¿Por qué no mostrar el sentimiento contrario: la pena, el llanto? Dicho y hecho. Sofonisba siguió los consejos del maestro y dibujó a un niño que llora desconsolado porque le ha mordido un cangrejo. Propiedad del Museo di Capodimonte de Nápoles, no ha viajado a Madrid. Vasari incluye a Sofonisba en sus «Vidas de artistas». Dice que «por sí misma ha hecho cosas extraordinarias y bellísimas en pintura».

Retrato de familia

de Sofonisba Anguissola

Óleo sobre lienzo, h. 1558

Niva (Dinamarca), The Nivaagaard Collection

La Corte de Felipe II llamó a Sofonisba como dama de compañía de la Reina Isabel de Valois. Estuvo catorce años en nuestro país. «Tempranamente -dice Leticia Ruiz-, se descubre que es una retratista portentosa, que busca la introspección de los modelos. Se dice que tenía un agudísimo bisturí psicológico. Hace retratos de una gran intensidad emocional. Una retratista formidable que se podía codear con los mejores de la Italia de ese momento». Es una de las artistas que más veces se autorretrató. 

La Corte española cercenó su faceta como pintora, que se frenó en seco. Hizo grandes retratos de los miembros de la Familia Real (en la muestra cuelgan buenos ejemplos, como los de Felipe II, Isabel de Valois y Ana de Austria), pero no los firmó porque no le correspondía, pues ella no estaba allí como retratista. Tampoco cobraba dinero por ellos. Le «gratificaban» con ricas telas y joyas. En la exposición hay un maravilloso traje que quiere ser un pequeño guiño a esos pagos. El retratista oficial del Rey era Alonso Sánchez Coello. Pero había otros retratistas en la Corte: Pantoja de la Cruz, Jorge de la Rúa, Manuel Denis…

Van Dyck viaja en 1624 a Sicilia para conocer a la nonagenaria artista, a la que retrata (cuelga el cuadro en la exposición). Seguía siendo una celebridad, aunque ya no pintaba, pues se había quedado ciega. Sus pinturas no superan hoy el medio centenar. 

Autorretrato en el estudio de Lavinia Fontana Óleo sobre cobre 1579 Florencia, Galleria degli Uffizi, Galleria delle statue e delle pitture

Costanza Alidosi de Lavinia Fontana Óleo sobre lienzo c. 1595 Washington D.C., National Museum of Women in the Arts, Washinton D, Gift of Wallace and Wilhelmina Holladay

Noli me tangere de Lavinia Fontana Óleo sobre lienzo 1581 Florencia, Galleria degli Uffizi, Galleria delle statue e delle pitture

Marte y Venus de Lavinia Fontana Óleo sobre lienzo 1600 – 1610 Madrid, Fundación Casa de Alba

La reina Ana de Austria de Sofonisba Anguissola Óleo sobre lienzo h. 1573 Madrid, Museo Nacional del Prado

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«Las mujeres alcanzan la excelencia en cualquier arte al que se hayan dedicado», decía Ariosto en su épico «Orlando Furioso». Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana le dan la razón al poeta.

Sin estar en la exposición, un bellísimo y celebérrimo cuadro se ha convertido en uno de los protagonistas de la misma. Se trata de «La dama del armiño», un lienzo que durante mucho tiempo ha sido atribuido al Greco, aunque algunos expertos creían que era obra de Sofonisba Anguissola. Estuvo en la exposición que el Prado le dedicó al artista en 2014. En su cartela aparecía: «¿El Greco?». La obra, propiedad de Pollok House, en Glasgow, estuvo adscrita a este pintor desde su paso en 1938 por la Galería Española de Luis Felipe de Orleans en el Louvre. Explica  Leticia Ruiz que, tras aquella muestra de 2014 en el Prado, «la obra fue estudiada en el Gabinete Técnico del museo en colaboración con los Museos y la Universidad de Glasgow. Los resultados han sido cotejados con los análisis realizados a los Grecos del Prado y con los de otras obras, fundamentalmente con los retratos atribuidos a Sofonisba y a Alonso Sánchez Coello». Según Leticia Ruiz, se ha llegado a la conclusión de que «La dama del armiño» no es obra del Greco, ni siquiera de Sofonisba Anguissola, sino de Sánchez Coello. Comenta a ABC: «Yo creo que es un espléndido Sánchez Coello. Técnicamente, no responde ni al Greco, como se venía diciendo, ni tampoco a Sofonisba». ¿Los Museos de Glasgow están de acuerdo con esta atribución? «Sí. Hubo en febrero un encuentro de especialistas, organizado por la Universidad y los Museos de Glasgow, y estamos trabajando para hacer una publicación con las conclusiones». 

Judith y Holofernes de Lavinia Fontana. Óleo sobre lienzo h. 1595 Bolonia, Fondazione di culto e religione Ritiro S. Pellegrino

Poco a poco se van aclarando las confusas atribuciones de los retratos de la Corte de Felipe II. Con motivo de la muestra, se han estudiado tres retratos que no cuelgan en la exposición, sino en la sala LV del edificio Villanueva, con unas cartelas explicativas especiales. En su día fueron atribuidos, entre otros a Anguissola. Son «Isabel Clara Eugenia», de pintor desconocido, según modelo de Sánchez Coello y Jan Kraeck (Giovanni Caracca); «La Infanta Catalina Micaela», que ha sido restaurada este año y aparece como obra de Alonso Sánchez Coello, y «Don Sebastián, Rey de Portugal». Se atribuye a Sánchez Coello, según Giorgio Soleri.

MÁS INFORMACIÓN

«Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana». Sala C del edificio Jerónimos. Del 22 de octubre al 02 de febrero. Con la colaboración de la Comunidad de Madrid.

Régimen de acceso

La compra de entradas para la exposición puede efectuarse por internet (www.museodelprado.es) o en las taquillas del Museo al precio de 15 euros (reducida o gratuita, conforme a las condiciones habituales ya establecidas). La entrada permite la visita a la colección permanente, la exposición “Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Historia de dos pintoras”” y a las exposiciones temporales coincidentes con su calendario de apertura. De lunes a sábado de 18.00 a 20.00 horas, y domingos y festivos de 17.00 a 19.00 horas, todos los visitantes que quieran acceder a la exposición podrán beneficiarse de una reducción en el precio de la entrada individual que les corresponda, así los visitantes con tarifa general adquirirán una entrada reducida por importe de 7,50 euros y los colectivos con derecho a entrada reducida podrán adquirir la entrada con una reducción del 50%, es decir, a un precio de 3,75 euros. El horario de visita a la exposición será de lunes a sábado, de 10.00 a 20.00h., y domingos o festivos, de 10.00 a 19.00h (último acceso 30 minutos antes del cierre.

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

«Habitando ausencias»

Instalación de María Gimeno Con motivo de la exposición de Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana, Maria Gimeno realiza «Habitando ausencias», intervención plástica y performativa. Hace sitio a las creadoras y las coloca justo en el lugar que les corresponde, dentro de una historia del arte sin censuras de género. A través de un reflejo, la artista crea una potente metáfora: la escasa visibilidad de las artistas y la dificultad de acceder a sus obras.

Timeline (s. x a 1881) es la síntesis visual de la performance «Queridas viejas», en la que Gimeno saja con un cuchillo de cocina la icónica historia del arte de Gombrich, para extender el listado de artistas –únicamente masculino– incluyendo a las grandes ausentes. Con la suma de estas 78 excluidas de la historia oficial, Timeline nos invita a descubrir sus obras.

Conferencias

Con la colaboración de la Fundación Amigos del Museo del Prado.

23 de octubre, a las 18.30 h. «Sofonisba y Lavinia. Damas y pintoras». Leticia Ruiz. Museo Nacional del Prado

18 de diciembre, a las 18.30 h. «Sofonisba Anguissola y la libertad femenina». Beatriz Porqueres. Escritora

Conversaciones con creadoras

Diálogos en torno a la creación femenina. Estrella de Diego, Soledad Sevilla, Carmen Laffón, Manuela Mena o Esther Ferrer reflexionan sobre la creación artística y el rol de género.

24 y 31 de octubre, 6 y 20 de noviembre y 5 de diciembre a las 18.30 h. Auditorio.

Performance-conferencia

«Queridas Viejas, Editando a Gombrich». La artista Maria Gimeno hace una revisión de la Historia del Arte para incluir a las mujeres artistas. La acción implica engordar el libro de Gombrich haciendo sitio a las mujeres creadoras. 9 de noviembre a las 19.00 h. Auditorio.

Jornadas

«Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana». Los mejores especialistas en estas artistas presentarán sus investigaciones más recientes. 27 y 28 de enero de 2020. Auditorio. Con inscripción previa

Teatro

«La Baltasara». Este proyecto nace de la necesidad de hablar de las comediantas del Siglo de Oro, de descubrir a esas mujeres emprendedoras que tuvieron que luchar por su vocación, su libertad y su forma de vida a contracorriente. Una de estas mujeres fue Ana Martínez «La Baltasara», actriz muy conocida y reconocida en su tiempo. Representación teatral a cargo de la Compañía de Pepa Zaragoza. 29 y 30 noviembre a las 19.00 h. Auditorio. Entrada 12 € Los días 25 y 27 de noviembre en varias salas del Museo se realizarán representaciones de corta duración con textos y canciones de la obra de teatro.

Videojuego 

Con la colaboración de Samsung. «Doscientas y más». Hemos convertido el Museo del Prado en el escenario de un videojuego cuyo protagonista visitará a mujeres artistas de distintas épocas, reivindicando su inestimable legado. El videojuego es resultado del trabajo y reflexión de jóvenes de 13 a 18 años participantes en un taller organizado en 2018. Disponible en www.museodelprado.es

Claves

Charlas en el auditorio para facilitar al público la visita autónoma a la exposición. Con la colaboración de la Fundación Amigos del Museo del Prado. Noviembre, diciembre, enero Miércoles a las 11.00 y 17.00 h.

Visitas dialogadas

A través de la mirada que ofrecen las obras de la Colección, nos asomaremos a algunos de los roles de género, prejuicios y límites impuestos a lo largo de los siglos respecto a la mujer. Las otras Viernes 11, 18 y 25 de octubre a las 12.30 h Inscripción 15 m antes en el mostrador de Educación. Con inscripción previa

Más información en www.museodelprado.es

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