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Novios 2.0: acoso y control entre adolescentes

El ciberacoso y el cibercontrol son una forma cada vez más extendida de violencia de género entre los jóvenes

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La nueva generación nativa digital tiene en internet y los smartphones los mejores canales de comunicación, pero también son un arma de doble filo en el que el control de la pareja y la violencia machista se expande rápidamente, además de ser percibido de forma inocua. De hecho, el 25% de las adolescentes reconoce haber sufrido control abusivo a través del móvil. Un dato que constata que el ciberacoso y el cibercontrol son una forma cada vez más extendida de violencia de género entre jóvenes. Y más teniendo en cuenta que, según la macroencuesta realizada en 2015 y titulada La percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud, la violencia de control está muy presente en las relaciones entre jóvenes de 16 a 19 años: se da en un 21% de las relaciones a estas edades, mientras que en el resto de la población este porcentaje baja hasta el 9,6%.

Otro ejemplo que constata esta preocupante realidad es que seis de cada diez chicas recibe insultos machistas de sus novios y amigos a través de llamadas, WhatsApp y redes sociales. El 10% declara, además, que ha sentido miedo por culpa de estos mensajes. Estos datos del estudio, realizado por la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, dejan claro que entre adolescentes y jóvenes el cibercontrol es una situación extendida.

El problema es que, a la luz de esta investigación, uno de cada tres no reconoce estos comportamientos de control abusivo como violencia de género. Es más, consideran inevitable o aceptable en algunas circunstancias “controlar los horarios de la pareja”, “impedir que vea a su familia o amistades” o “decirle las cosas que puede o no puede hacer”.

LA VIOLENCIA DE CONTROL, UNA REALIDAD DIGITAL

Entrar y fiscalizar los perfiles sociales y contactos de la pareja sin su consentimiento, el control obsesivo de las últimas horas de conexión y la geolocalización son tres de las prácticas más extendidas al hablar de cibercontrol. La investigación El control de la pareja en adolescentes a través de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), publicada por Crimina, el Centro para el estudio y prevención de la delincuencia, revela datos muy esclarecedores e interesantes para trazar una radiografía sobre la alarmante naturalización de la violencia de control entre los adolescentes.

El 27,7% de los encuestados conoce las contraseñas de los perfiles públicos de su pareja; el 21,5% ha usado estas contraseñas para acceder a sus perfiles sin su consentimiento y el 41,1% ha entrado y leído conversaciones privadas sin que lo sepa el otro. Además, el 60% controla las horas en las que se conecta su pareja y el 61,5% se molesta si no le contesta de forma inmediata. Pero las prácticas de control online van más allá, porque más del 15% pide fotografías a su pareja para controlar dónde y con quién está en un momento determinado. Un  24,6% de los jóvenes encuestados reconoce también haber agredido verbalmente o faltado al respeto a su novio o novia y un 5,1% ha amenazado a su pareja a través de las redes o por telefonía móvil.

El problema no solo está del lado del agresor y controlador sino que, dada la naturaleza del entorno digital, muchos jóvenes no ven como un problema dar acceso a sus parejas para que les controlen a través del móvil y las redes sociales. De ahí, la importancia de concienciarles de que el cibercontrol es violencia de género y puede derivar en acoso y malos tratos, tal y como recuerda Por un uso Love de la tecnología, una iniciativa con la que Orange pretende concienciar sobre un uso seguro y responsable de las TIC, así como sobre los riesgos de una mala utilización o abuso de las mismas como, en este caso, sería el cibercontrol.

La citada investigación también asegura que un 32,8% de los jóvenes ha dado su contraseña a su pareja. Más del 17% sabe que su pareja ha entrado en sus perfiles sin su consentimiento y el 28% que ha leído sus conversaciones privadas. Además, el 32,3% de la muestra se siente controlado en sus horas de conexión y el 16,4% tiene un sentimiento general de control por parte de su pareja.

Concluye el estudio con un dato significativo comparando los resultados por sexo: las mujeres suelen ser las que ejercen un mayor control respecto a la hora de conexión y la inmediatez de la respuesta de la pareja mientras que en los hombre prevalecen las agresiones verbales o faltas de respeto. «Resulta de mucho interés que a la vez que las mujeres son las que más dinámicas de control ejercen, también son las que más casos de victimización sufren (…) en conductas de control de las contraseñas, uso de las contraseñas para entrar en sus perfiles, control de las conversaciones, agresiones verbales o faltas de respeto y amenazas», describe este análisis.

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Contenido de Content Factory para LOVE ORANGE. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.