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¿Sabes si tu hijo consume porno en Internet?

Nueve de cada diez niños están expuestos a porno online antes de cumplir 18 años

Content Factory

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Miles de menores navegan cada día por internet con acceso libre a infinidad de contenidos, entre ellos muchos no aptos para su edad. La pornografía es una de las «estrellas» de la red. Se calcula que en la actualidad el 10% del contenido que circula por ella y más de cuatro millones de sitios web son pornográficos; casi todos, páginas gratuitas que se financian con la publicidad de artículos sexuales y links de prostitución. Con semejante abundancia, no es extraño que nueve de cada diez niños se hayan visto expuestos a porno online en algún momento antes de los 18 años, según datos de un informe del portal estadounidense Covenant Eyes. Este estudio revela también que, de media, la primera visualización de pornografía se llega a hacer  ya con 12 años. Además, el 10% de los consumidores de porno online tienen menos de 10 años, tal y como revela otro informe de BitDefender.

En otras palabras: muchos niños con acceso a internet consumen pornografía, voluntaria e involuntariamente, a edades muy tempranas. De hecho, una investigación realizada por Rafael Ballester y publicada en la International Journal of Developmental and Educational Phychology, deja claro que uno de cada cuatro menores se ha topado en alguna ocasión con material pornográfico ilegal por internet. Además, el 90% de los niños y el 70% de las niñas de entre 13 y 14 años asegura haber accedido a porno al menos una vez en el año anterior y un 35% añade que ven porno online “demasiadas veces como para contarlas”.

El riesgo no es solo visualizar un contenido inapropiado para su edad, para el que no están preparados y que, además, puede condicionar su visión futura del sexo. Lo verdaderamente grave es que la curiosidad que lleva a nuestros hijos a acceder a estas webs, lo que lamentablemente es más común de lo que nos pensamos los padres, puede provocar a su vez que asuman riesgos tales como facilitar sus datos personales. Según la citada publicación, esto les pasa al 16,3% de los chicos y al 9,3% de las chicas. Los peligros podrían ir incluso más lejos si el menor decide interactuar con estas webs grabándose o fotografiándose desnudo. El estudio desvela que, aunque el sexting es más habitual en adultos, el 20% de los jóvenes de 16 años y el 30% de los de 17 años ha realizado estas prácticas, y lo más alarmante: un 4% de niños menores de 12 años han enviado o recibido alguna vez material de este tipo a través de sus dispositivos tecnológicos.

SORPRESA Y RECHAZO

En el caso español, el 54% de los menores de entre 15 y 16 años se ha topado con pornografía de forma involuntaria en varias ocasiones. Así lo concluye una investigación realizada por expertos de la Universidad Jaume I, en el que se analizan también las reacciones emocionales más comunes de los menores cuando, de forma accidental, se encuentran con contenido adulto. Algo que no es nada difícil: basta, por ejemplo, que entre uno de esos contenidos inapropiados en el bucle de vídeos de dibujos que están viendo en Youtube. La sorpresa es su respuesta más habitual (en concreto en casi el 52% de los casos), seguida del asco (41,7%) y el estado de shock (23,3%).

Pero no acaba aquí: un 17% de los menores a los que les ha sucedido esto afirma que después llegó a sentir rechazo por todo lo relativo al sexo y un 8,7% manifestó incluso dificultades para conciliar el sueño. Estas reacciones concuerdan con las observadas en otras reputadas investigaciones internacionales, como la realizada por Kimberly J. Mitchell, David Finkelhor y Janis Wollak, profesores de la Universidad de New Hampshire, que señala que el 24% de los menores entrevistados por haber visto material sexual no deseado por internet se sintió muy o extremadamente impactado y un 21% muy o extremadamente avergonzado. Asimismo, el 17% de los menores salió inmediatamente de internet; un 6% no podía dejar de pensar en lo visto; y, lo más preocupante al hablar de niños: solo el 57% se lo contó a alguien y lo que optaron por hablar con sus padres fue únicamente el 39%. Por eso es fundamental saber cómo reaccionar ante estas situaciones, tal y como recuerda la web Por un uso Love de la Tecnología, una iniciativa con la que Orange quiere concienciar a niños, jóvenes y adultos sobre la necesidad de un uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías y evitar así los riesgos que conllevan las malas prácticas de las mismas.

En este sentido, el informe estadounidense pone de relieve que el 71% de los adolescentes encuestados ha intentado ocultar a sus padres su actividad reciente en la red, ya sea sea borrando su historial de navegación, minimizándolo, eliminando el material inapropiado o simplemente usando el móvil en vez del ordenador. Los controles parentales pueden ser útiles como fórmula para frenar el acceso no deseado a estos contenidos para adultos por parte de los menores. En todo caso, si optamos por ellos, hemos de cerciorarnos de que estén actualizados y funcionan porque, según las conclusiones del estudio BitDefender en el que se ha preguntado al respecto a padres de España, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, el 95% había descubierto alguna vez a uno de sus hijos tratando de acceder a contenidos pornográficos; y, si bien el 97% usaba controles parentales, el 12% de sus hijos menores había logrado desactivarlos.

Por eso, y aunque sea repetitivo, la clave está en la educación y la comunicación con nuestros hijos para que entiendan que estos contenidos no son apropiados para su edad. Y, sobre todo, para que, si se los encuentran accidentalmente, tengan confianza en nosotros para decírnoslo. Solo así podremos evitar que se les dé esa visión del sexo cosificada, violenta o de sometimiento que se ve en esas webs y que den sus datos personales o queden con desconocidos al acceder a ellas. La formación y al confianza son la clave.

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Contenido de Content Factory para LOVE ORANGE. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.