CONFLICTO DIPLOMÁTICO

Las ventas de la Comunidad Valenciana a Rusia se estancan y se disparan las importaciones

El saldo comercial cayó un 44% en el primer semestre antes del veto dictado por Putin

Imagen de la planta de Ford en Almussafes
Imagen de la planta de Ford en Almussafes - MIKEL PONCE
J. L. FERNÁNDEZ/A. CAPARRÓS - Actualizado: Guardado en: Actualidad

Las relaciones comerciales de la Comunidad Valenciana con Rusia arrojan una balanza positiva para los intereses de la región, si bien en el primer semestre del año las empresas locales han visto cómo sus ventas se estancaban mientras se disparaban las importaciones rusas.

El balance provisional antes de que se produjera el veto a las compras en Europa dictado por Vladimir Putin indica que los clientes rusos compraron por un importe de 310.7 millones de euros en la Comunidad Valenciana, un 2,4% de todas las exportaciones de la región y un 0,4% más que hace un año. En el mismo periodo, Rusia ha colocado sus productos con un volumen total de 240,5 millones de euros, nada menos que un crecimiento de un 30,6% en comparación con la primera mitad de 2013, según los datos del último informe de comercio exterior elaborado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

Con esta subida, el saldo comercial se mantiene favorable a la Comunidad Valenciana por 70,2 millones de euros, si bien ha caído un 44%.

Incertidumbre

Ahora, esta tendencia se puede agravar como consecuencia de la prohibición impuesta repentinamente por el Gobierno ruso de comercializar productos procedentes de la Unión Europea y otros mercados.

A priori, esta medida puede tener repercusiones sobre todo en la agricultura, ya que entre los pedidos más cuantiosos se encuentran los cítricos y otros frutos, aunque también representa una amenaza para otros sectores, como el del automóvil, que genera un importante negocio.

Además de la incidencia que reflejan las estadísticas en lo que se refiere a las operaciones cerradas con importadores rusos, entre los empresarios de la Comunidad Valenciana cunde el desánimo por las implicaciones indirectas que conlleva cerrar las fronteras de este inmenso país, con 150 millones de habitantes y un potencial de consumo equivalente al de Francia y Alemania juntas.

Tal como publicó ABC, parte de los pedidos de hortalizas y frutas que se venden a mercados como el holandés, principalmente, el francés y el alemán, tienen como destino último Rusia, ya que ciertos clientes prefieren ver el género y por proximidad compran a través de estos países intermediarios.

Toda la actualidad en portada

comentarios