La dura batalla que está librando el Gobierno valenciano con el Ministerio de Hacienda para obtener liquidez y poder concluir con éxito el actual ejercicio presupuestario, así como preparar a la vuelta del verano los últimos presupuestos de la legislatura de Alberto Fabra, empieza a ofrecer resultados.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es conocedor de la situación de extrema gravedad que atraviesan las cuentas de algunas comunidades como es el caso de la valenciana, Cataluña, Andalucía y en menor medida, Madrid, Murcia y Baleares. Ayer reconoció que no hay dinero en estos momentos para reformar un modelo de financiación autonómica que «no me gusta, pero que ahora mismo no podemos cambiar como nos gustaría».

Más liquidez

Esa premisa, no obstante, no va a impedir que Hacienda tenga un «gesto» con las regiones que más padecen las injusticias de ese sistema, tal y como avanzó ayer el ministro. El Gobierno de España se hará cargo de los costes financieros que asumen ahora algunas comunidades como consecuencia de acudir al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), y que en el caso de la Comunidad Valenciana son 746 millones de euros.

Esta decisión va a permitir «dar más liquidez a las comunidades que lo necesitan con urgencia», indicó Montoro durante una conferencia organizada por el Círculo de Economía en Barcelona en la que precisó que el Ejecutivo trabaja en «reestructurar» los créditos del FLA para hacerlo posible.

La otra «ayuda», a la espera de que el modelo pueda mejorarse –probablemente en 2016, ya que en 2015 se prevé un intenso crecimiento económico en España–, es que el Gobierno también permitirá aplazar el pago de las liquidaciones negativas pendientes a las comunidades. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, había explicado una hora antes de estas declaraciones que la Comunidad Valenciana seguiría siendo «beligerante» a la hora de reclamar la reforma del modelo de financiación autonómica, una predisposición que no cambió después del «gesto» de Montoro.

Solución transitoria

Sí es cierto que Moragues considera positivo que, si de momento no se puede cambiar el sistema, al menos se corrija, y la vía de la condonación de los intereses no es una mala solución transitoria –como en su día lo fue la obtención del déficit asimétrico–.

La Comunidad Valenciana adeuda en el pago de intereses estatales un total de 1.488 millones de euros por diferentes productos que se han de abonar este ejercicio y durante 2015. El hecho de no pagar los intereses del FLA, de confirmarse finalmente que es así, supondrá que la Generalitat se ahorrará 746.418.910 euros. Este año había de afrontar el pago de 266 millones de euros y el próximo un total de 479.

Otros préstamos estatales, como el plan de pago a proveedores, también han generado intereses a la Comunidad, en total 298 millones este año y 271 el próximo. Mientras, las líneas del Instituto de Crédito Oficial han supuesto el desembolso este año de 130 millones de euros y otros 43 durante 2015.

Todas estas cuestiones se expondrán en la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que tendrá lugar en Madrid el próximo día 31 de julio. En ella, además, el Gobierno va a pedir nuevos «recortes» a las Administraciones autonómicas, aunque las propuestas del Consell no contemplan más ajustes sino ahorro por diferentes vías en Sanidad, Educación y Justicia con movilidad del personal, optimización de los recursos digitales para evitar el desplazamiento de los fiscales a las sedes judiciales o la gestión de «stocks» de medicamentos, entre otras cuestiones.

También plantea el Consell medidas genéricas de ahorro en impresión, parque móvil, climatización o sistemas informáticos.