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La «nueva» Marina Real, un polo de atracción de inversiones
La renovada fisonomía del futuro balcón al mar de Valencia pasa por una operación global para el proyecto; El Veles e Vents, un Poblado Náutico, un clúster tecnológico o la explotación deportiva e industrial son las claves
La XXXII Copa América de vela refrescó el balcón al mar de Valencia en 2007. Ofreció la ciudad una reconocida capacidad de organización de un evento de magnitud mundial, atrajo turismo, alertó de las posibilidades comerciales, industriales y deportivas del puerto al mundo empresarial nacional e internacional y generó un área de encuentro para los vecinos. La crisis, el marco legal y ciertas situaciones de bloqueo atascaron la potenciación de la zona, pero actualmente el escenario jurídico capacita al Consorcio Valencia 2007 para el desarrollo de la Marina Real Juan Carlos I.
Los tres socios (Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento de Valencia) están inmersos en la ejecución de una operación global para la Marina. Es un macroproyecto para la ciudad con el objetivo de generar empleo, atraer a inversores, generar riqueza, multiplicar el turismo –sobre todo con el incremento de cruceros– y estructurar el fácil acceso y disfrute de la Marina a los ciudadanos.
El desarrollo de esta operación global sobre la Marina Real se articula a través de un paquete de concursos públicos para acciones industriales, comerciales, socio-culturales y deportivas. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no ha cesado en su deseo de lograr el mejor puerto deportivo del Mediterráneo en el que, al mismo tiempo, los vecinos vivieran junto al mar.
Emprendedurismo
El mundo empresarial, la apuesta por la innovación y las nuevas tecnologías, además de la formación, tienen especial importancia en este diseño con la estructuración de un clúster tecnológico en la zona norte de las bases de la Copa América; concretamente las de Alinghi, +39, Shosholoza, BMW-Oracle y Luna Rosa. Ahí destaca el proyecto del empresario valenciano Juan Roig, quien podría invertir unos veinte millones de euros para ubicar en esta zona la Escuela de Empresarios Fundación de la Comunidad Valencia (EDEM), el proyecto Lanzadera, así como otras fundaciones vinculadas al empresario valenciano.
El consistorio de la capital del Turia abrió ayer el plazo para la presentación de iniciativas que puedan competir con el planteamiento del empresario sobre parte de la parcela A-07 del Plan Especial de la Marina Real. Esta actuación sería sobre las bases 8, 9 y 10 (cerca de siete mil metros cuadrados), cuyo valor asciende a unos 15,8 millones de euros.
La creación del Poblado Náutico en la zona norte, próximo al emblemático edificio Veles e Vents, es otra de las actuaciones de referencia. Una parcela de cinco mil metros cuadrados para su explotación. Se trataría de una concesión a largo plazo para la construcción en ese espacio de una estructura comercial y de carácter social.
Uno de los grandes atractivos de la Marina Real Juan Carlos I es el edificio Veles e Vents para el que se sacará un único concurso público para operar todo el edificio. El pliego de condiciones remarcaría el uso en clave cultural, social y gastronómico de un recinto que viene generando rendimiento con su alquiler y el desarrollo de eventos como el Valencia Boat Show y diferentes citas empresariales.
Los Tinglados
El Consorcio Valencia 2007 busca recuperar la esencia de los Tinglados y pretende rehabilitar el número 2 con el objetivo de diseñar un proyecto gourmet. Además, recuperar los Tinglados 4 y 5 en su frente marítimo es vital para los planes de la Marina, convirtiéndolos en el gran paseo marítimo de la ciudad. Estos dos Tinglados están actualmente ciegos al mar por una franja de antiguas bases de la Copa América, que serán eliminadas o trasladadas.
El tono gastronómico estará íntimamente ligado al esquema global. Por lo pronto, ya se han licitado varios restaurantes y uno de ellos contará con la cocina de Raúl Aleixandre, poseedor de una estrella Michelín por «Ca Sento». La antigua Lonja de Pescadores también es una pieza a remarcar en la idea general de renovación y su concesión tendrá componentes gastronómicos. La antigua estación marítima, junto al Edificio del Reloj, se destinará a un uso hotelero y allí se busca la construcción de una referencia del sector en la ciudad.
Las posibilidades deportivas que ofrece la Marina tampoco se pierden de vista en el bosquejo y es que a lo largo de 2014 acogerá once acontecimientos deportivos, regatas, además del salón Valencia Boat Show. El plan de usos tiene en la Marina Sur una parcela de 46.000 metros cuadrados para el desarrollo de actuaciones náutico-deportivas e Iberdrola prevé localizar allí su centro para el equipo Paralímpico. Además, la pretensión es que Valencia sea punto de entrenamiento para los equipos de cara a Río 2016.
Ser refugio activo del Mediterráneo en invierno no es sólo asunto para el mundo del deporte, sino también para las embarcaciones con amarres en la zona norte, sur y una T de megayates.

