Los profesionales del sector artístico han recibido con esperanza la decisión anunciada por la Generalitat de recurrir a un concurso público internacional para nombrar al nuevo director gerente del IVAM. Numerosos artistas, comisarios, críticos de arte y galeristas han manifestado su deseo de que el museo valenciano recupere su condición perdida de referente del arte contemporáneo.

Sin embargo, la convocatoria de un concurso internacional no es un garante de calidad en sí mismo. Su capacidad para atraer a gestores culturales brillantes no depende solo del salario que se ofrezca, sino sobre todo de la transparencia de las bases que se establezcan y la composición del comité de expertos encargada de valorar cada candidatura.

De ahí el interés, plasmado ayer por varios colectivos y asociaciones de las artes visuales, por que su opinión se tenga en cuenta a la hora de designar al jurado. «La destitución de Ciscar, con la convocatoria de un concurso público internacional cuya imparcialidad y apartidismo todavía está por ver, representa tan solo el comienzo de lo que debería de ser un cambio de rumbo en la política cultural valenciana», reza el comunicado, en el que también se reclama la «despolitización» del Consejo Rector.

Proceso de selección

Según explicó ayer la consellera de Cultura, María José Catalá, el proceso de selección del nuevo director se prolongará tres meses y estará a cargo de un comité integrado por no más de diez reconocidas figuras, tanto valencianas como de ámbito nacional e internacional.

El cese de Ciscar y la convocatoria del concurso se llevará a cabo en la próxima reunión del Consejo Rector, programada en principio para la última semana de abril. Se abrirá un plazo de un mes para la presentación de solicitudes, que el comité deberá examinar durante dos semanas. Finalmente, se reservarán entre dos y tres días para dar a conocer la decisión definitiva.

La consellera del Cultura –que dio a entender que esta fórmula podría extenderse en el futuro a otras instituciones valencianas– reconoció que tras esta decisión anida la voluntad de satisfacer el deseo de la ciudadanía, «que nos pedía un gesto».

El verdadero impulsor de este cambio de política no fue otro que Felipe Garín, exdirector del Museo del Prado y actual director gerente del Consorcio de Museos de la Generalitat. Según ha podido conocer ABC, fue él quien convenció a Presidencia de la conveniencia de este «gesto». Es posible, por tanto, que su opinión sea tenida en cuenta a la hora de designar al citado comité de expertos.

Eliminación de datos

Contra todo pronóstico, la directora saliente del IVAM se presentó ayer a trabajar en el museo. Según confirman varias fuentes, Consuelo Ciscar reunió por la mañana a su personal de confianza, al que encomendó la tarea de «borrar el contenido de todos los ordenadores». Entre la información «sensible» que podría haberse eliminado, estas mismas fuentes citan e-mails, contratos de patrocinios y de adquisiciones de obras.