POLÍTICA
El PPCV tasa en 100.000 votos el impacto del conflicto lingüístico
Los estrategas populares consideran que sus siglas pueden sufrir un duro correctivo en 2015 «si hay cesión» respecto a lo marcado en el Estatuto sobre el valenciano
La dirección del PPCV que encabeza el presidente regional, Alberto Fabra, sigue tomándose muy en serio el conflicto lingüístico que, al calor del proceso independentista catalán, se ha reavivado con el controvertido Diccionari de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL). Más allá de las cuestiones identitarias o del elemental respeto al Estatuto de Autonomía, los populares valencianos tienen muy presente la vertiente estratégica del debate lingüístico, dado que podría suponerles un fuerte correctivo electoral en el caso de que renunciaran a su posición tradicional.
En este sentido, según las fuentes consultadas por ABC, la dirección regional del PPCV cifra en el entorno de los 100.000 votos la pérdida de apoyo que podrían sufrir sus siglas en los próximos comicios en caso de renunciar a la defensa de la identidad propia del valenciano. Esta pérdida –que, según los cálculos de los populares, podría llegar a superar los 110.000 votos y en ningún caso bajaría de 80.000– sería especialmente acusada en la provincia de Valencia y, sobre todo, en la capital del Turia. Es decir, se pondría en serio riesgo las opciones de gobernar para el PP tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento.
Tras la integración de Unión Valenciana (UV) en el PPCV, una pata importante del apoyo electoral de los populares proviene de los sectores más valencianistas –también del denominado sector «blaveros»–. Esta situación, además, se ha acentuado en los últimos diez años, en los que el PPCV ha enarbolado un discurso regionalista, aunque desde la lealtad al Estado, que en la práctica ha anulado a otras opciones políticas minoritarias de este sesgo.
Discurso valencianista
Si bien la influencia electoral del debate lingüístico en Alicante es menor, al igual que sucede en Castellón, en Valencia el PPCV sí se arriesga a una importante fuga de electores si matiza su postura respecto a las señas de identidad de la Comunidad, especialmente en lo que a la distinción entre valenciano y catalán se refiere.
Así, más allá de que la Generalitat haya reaccionado al Diccionari de la AVL –y su equiparación entre las dos lenguas– con la defensa de lo que establece el artículo 6 del Estatuto de Autonomía, lo cierto es que los estrategas del PPCV consideran crucial que el partido no renuncie al discurso valencianista.
Buena muestra de la importancia del voto de esta procedencia es la propia trayectoria de Unión Valenciana, hoy integrada en los populares –su último presidente, José Manuel Miralles, es secretario autonómico de Gobernación, mientras otro histórico como José María Chiquillo ocupa escaño en el Senado por el PP–. En su mejor momento, en 1991, el partido regionalista llegó a cosechar 200.000 votos en la Comunidad.