crimen
Caso Macastre: Un equipo forense intenta reabrir la investigación
La Escuela de Criminología de Castellón participará en el proyecto
El Proyecto Nacional Prometeo para la Revisión de Crímenes sin Resolver ha realizado una parada en la Comunidad Valenciana antes de que finalice el 2013. Se trata de un ambicioso proyecto que intenta ayudar, de manera gratuita, a familias españolas víctimas de crímenes sin esclarecer.
Concretamente en Valencia, su coordinador, el criminólogo Félix Ríos, conocido entre otros casos por lograr la reapertura del asesinato de la jóven cordobesa Soledad Donoso en 1992, trabajará en el llamado caso Macastre integrando en su equipo forense a dos alumnas de criminología de la Universidad Jaume I de Castellón.
El objetivo, según explica, es «desvelar los claroscuros» de un hecho que conmocionó hace 24 años a esta tranquila localidad valenciana de 3.000 habitantes, incluso estableciendo lo que este equipo denomina «diagnóstico diferencial» con el caso Alcàsser, es decir, establecer o descartar si pudiera existir relación entre ambos sucesos.
Fue en enero de 1989 cuando un pastor encontró el cadáver de una joven de 15 años en el cobertizo donde guardaba sus utensilios. Se trataba de Rosario Gayete, y su cuerpo no presentaba signos de violencia. Según las investigaciones de la Guardia Civil basadas en los testimonios familiares, se había marchado de excursión desde Benimamet a los montes de Catadau con su novio, Francisco Valeriano Flores Sánchez, de 14 años, y Pilar Ruiz Barriga, también de 15, pero nunca se les volvió a ver con vida.
Mientras los agentes intentan hallar los cadáveres de los otros dos chicos en el campo, una mujer encuentra en un contenedor de la calle Alcácer de Valencia un pie que supuestamente era de Pilar.
Ya en abril, un campesino descubre el cadáver descompuesto de Francisco a unos 300 metros de la caseta de Macastre y, un mes después, unos niños hallan el de Pilar junto al río Magro, en el municipio de Turís, con la cara desfigurada. Además, le faltaban un pie y una mano, que fueron cortados con una sierra mecánica.
Hipótesis de la droga
Las primeras investigaciones de la Guardia Civil relacionaron a los jóvenes con las drogas y consideraban sus muertes como un accidente debido al consumo de sustancias tóxicas. Una hipótesis que no resultaba descabellada, puesto que los menores frecuentaban un barrio conflictivo de Burjassot, donde inhalaban benzol, la droga de los pobres en ese momento.
Sin embargo, la aparición del cuerpo mutilado de Pilar desmontó esa teoría y apareció la suposición del asesinato, que fue mantenida por los agentes pese a que los familiares de Pilar no reconocieron el cadáver e, incluso, llegaron a afirmar en declaraciones a la prensa que estaba irreconocible y que no tenía su característica cicatriz en la pierna.
Nunca se logró encontrar al supuesto autor ni confirmar esas suposiciones. A día de hoy, todas las preguntas de esas misteriosas desapariciones ya medio olvidadas –menos por sus familiares– siguen sin respuesta.
Llamamiento
Ahora, el equipo de criminólogos del Proyecto Nacional Prometeo pretende aportar nuevos datos para tratar de esclarecer el crimen. Para ello, hacen un llamamiendo a la sociedad valenciana a fin de que cualquier familiar o conocido de las víctimas se ponga en contacto con el equipo forense (a través del teléfono 664846960) con el fin de formalizar la personación judicial en el caso.

