El Ministerio de Fomento ha «reservado» una partida de doscientos millones de euros para la construcción del AVE entre Valencia y Alicante. Las obras empezarán como muy tarde en 2015 –el año en el que se celebran las elecciones autonómicas y municipales– y su puesta en marcha está «garantizada» para 2016, en coincidencia con la conexión prevista con las obras del tercer carril del Corredor Mediterráneo, de acuerdo con fuentes de la Conselleria de Infraestructuras.

En todo caso, la intención de la Generalitat pasa por continuar negociando con el departamento que dirige Ana Pastor para adelantar los plazos.

De hecho, la conexión por alta velocidad se concibe desde el Consell como el gran proyecto para culminar la vertebración territorial de la Comunidad Valenciana. Además, supondrá un «guiño» del Gobierno hacia la región, tras las críticas recibidas desde la oposición por el descenso en la consignación de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.

Así, la puesta en marcha del AVE permitirá unir Alicante con Valencia en apenas cincuenta minutos (la mitad que en la actualidad). Mientras, la capital alicantina quedaría a una hora y cuarto de Castellón, que ya tiene garantizada la conexión para 2015.

Para lograr la unión por AVE entre Alicante y Valencia restan por construir cuarenta kilómetros de vía entre Valencia, Xàtiva, La Encina y Alicante. Para poder facilitar que los trenes alcancen la máxima velocidad y reducir el tiempo del trayeco resulta necesaria la instalación de una plataforma nueva, lo que encarece sensiblemente los costes. De hecho, cada kilómetro supondrá una inversión de cinco millones de euros para Fomento.

Sin embargo, para la Generalitat se trata de una actuación estratégica y así lo ha entendido el Ministerio. Pese a ello, el proyecto todavía no aparece consignado en los Presupuestos Generales del Estado por una explicación de carácter «político».

Conexión con Castellón

La Comunidad Valenciana ya cuenta con la conexión por AVE desde Madrid a Valencia y Alicante, mientras que la llegada a Castellón ya está en vías de ejecución.

En cambio, otras regiones españolas, como Galicia, todavía están a la espera de la llegada de la alta velocidad. Sea como fuera, el compromiso irrenunciable de Fomento pasa porque la conexión por AVE entre Valencia y Alicante no se demore más allá de 2016, ya que su puesta en marcha coincide con los plazos previstos para la construcción de las obras del tercer carril (la obra pararela al Corredor Mediterráneo para el transporte de mercancías).

Precisamente, esta obra constituye la principal inversión del Gobierno en la Comunidad Valenciana para el próximo ejercicio, con una dotación superior a los 260 millones, que han satisfecho al Consell. Ahora, la Generalitat perseverará en las negociaciones con el respaldo de la sociedad civil. De hecho, la Asociación Valenciana de Empresarios ha reclamado que se le otorgue prioridad al proyecto, que su presidente, Vicente Boluda, catalogó como «vital para la vertebración de la Comunidad Valenciana».