IDEES DES DE LA COMUNITAT
ETA CONTINÚA CON SU HOJA DE RUTA
SIEMPRE he respetado las decisiones judiciales, aunque en más de una ocasión no las comparta, porque creo que constituye un principio básico para el desarrollo de nuestra sociedad. Sin embargo, no encuentro una sola razón por la que el Tribunal de Estrasburgo ha dado la espalda a las víctimas y ha sido tan injusto con todos los que han sufrido la crueldad y la sinrazón de la banda terrorista ETA.
Muchas víctimas del terrorismo, familiares, guardias civiles, policías nacionales, jueces, fiscales, políticos, periodistas, ya esperábamos una decisión injusta del Tribunal de Estrasburgo, pero una vez conocida ha producido mucho más dolor.
Esta semana hemos vivido un capítulo más de la hoja de ruta diseñada hace tiempo por ETA y sus aledaños para debilitar al Estado español y lograr beneficios para los terroristas encarcelados.
La hoja de ruta de ETA arrancó con el Pacto de Estella. Allí se definieron los objetivos para el futuro de los presos etarras y para conseguir la ruptura de España desde 2 puntos diferentes: desde el País Vasco, lo que llaman “Euskalherria” donde incluyen Navarra y el sur de Francia; y desde Cataluña, o “Països Catalans” incluyendo a la Comunidad Valenciana y Baleares.
En el diseño de esa ruta, hay un personaje con una gran relevancia y que, por ahora, sigue en la cárcel: Arnaldo Otegi. Él se encargó de poner cara a esta estrategia, tanto en el País Vasco con el Pacto de Estella como con las negociaciones con el entonces líder de ERC Josep Lluís Carod-Rovira que terminaron en el acuerdo con la banda terrorista en Perpiñan.
Todo este camino fue asumido por el “buenismo” que practicó José Luis Rodríguez Zapatero durante sus 8 años de triste gobierno. Una actitud que llegó acompañada por varios capítulos muy desagradables en la lucha contra el terrorismo. Así, se apartó de la Audiencia Nacional a una de las personas que más había trabajado en la lucha contra ETA, como era el fiscal Eduardo Fungariño, o se obstaculizaron operaciones policiales, como en el caso Faisán. Y todavía alguien nos debería explicar cuál ha sido el papel del exsecretario de Estado de Justicia López Guerra en el Tribunal europeo.
Ahora, hemos asistido a un episodio más de esa hoja de ruta que se había negociado con ETA: la desaparición de la doctrina Parot obligados por los tribunales europeos. Nadie ha sabido contar en Europa el sufrimiento que han vivido las víctimas; nadie ha tenido la claridad para transmitirles el sufrimiento que ha vivido la sociedad española.
Todavía no conocemos el alcance de esa injusta sentencia. Quizás pronto veremos a otros asesinos etarras salir a la calle contentos, sin haber mostrado un mínimo de arrepentimiento por el tremendo dolor causado. Y de nuevo la banda terrorista ha conseguido dar un paso más, que no el último, en su hoja de ruta que tiene como único final la ruptura de España.
Un histórico dirigente del PNV pedía el domingo al Tribunal de Estrasburgo un poco de oxigeno para los terroristas etarras. Parece que le han escuchado. Sin embargo no se han dado cuenta de que ese mismo oxigeno etarra ha servido, y servirá, para asfixiar, destrozar y alargar el sufrimiento de las víctimas de ETA.
Por todo esto, hoy asisto al acto de apoyo a las víctimas en Valencia y mañana domingo asistiré como un ciudadano más a la concentración en Madrid. Acompañar a las víctimas es, para mí, una obligación.

