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El Gobierno reserva caudales para Alicante en el Plan del Júcar
Los regantes aspiran a que se les asegure agua regulada en el borrador que se publica hoy
El Gobierno central ha reservado caudales que llegarán de forma estable al campo alicantino en el Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar, cuyo borrador se publica hoy con gran expectación de los regantes de la Comunidad Valenciana, que hasta ver plasmado el documento definitivo no han querido realizar valoraciones ni declaraciones.
El futuro para el sector depende del matiz entre los «excedentes» hídricos y los «sobrantes», ya que los primeros representan el «agua regulada» y los caudales asignados, la aspiración de los regantes, según han transmitido a los redactores del documento, en Madrid. En cambio, los segundos se captan en la parte final del río, lo que en este caso significa continuar con la toma en el Azud de la Marquesa, lo que no satisface sus expectativas por la calidad del agua.
Realidad en 2014
En función de cuál de las dos opciones recoja el Plan de Cuenca del Júcar, se desarrollará ahora el proceso de su aprobación definitiva. Por delante está el periodo de exposición pública, más la presentación de alegaciones y la resolución de las mismas, lo que hace prever un desenlace ya para el año próximo.
«Tenía que haberse publicado en 2009; antes la Confederación Hidrográfica del Júcar era la cuenca piloto de toda España, un modelo en el que incluso la Unión Europea se fijaba», recordó ayer Ángel Urbina, portavoz de Riegos de Levante, quien distinguió claramente entre la «desastrosa gestión» y el posicionamiento «terrorífico del Gobierno anterior, de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se han retrasado los diferentes planes de cuenca y todos han salido en contra de la Comunidad Valenciana», y el compromiso actual de la Generalitat, en concreto, del conseller y el director general responsables de Agua, José Císcar y José Alberto Comos, respectivamente. «Son bastante serios y nos han garantizado que no se va a aprobar nada sin contar con los regantes», subrayó.
Como participante también en la redacción de alegaciones para el trasvase Tajo-Segura, Urbina reveló que las necesidades de Madrid –utilizadas por la Junta de Castilla-La Mancha para aumentar la reserva hídrica en 160 hectómetros cúbicos- están más que cubiertas, puesto que dispone de una reserva específica de 750 hectómetros y ha consumido 541 el año que más necesitó, y la tendencia de los últimos ejercicios es a la baja, al frenarse en seco la construcción.
La propuesta, que canalizará la Diputación de Alicante ante el Gobierno, es que el campo manchego se nutra del Tajo Medio, en lugar de las cabeceras, con obras sufragadas con los fondos que aportan los regantes beneficiados por el trasvase. «Esa tarifa que pagan los regantes, las Comunidades Autónomas nunca las han utilizado para mejorar infraestructuras, sino para otras cosas», recalcó Urbina. Además, corroboró las palabras del catedrático Gil Olcina en el sentido de que no hacen falta nuevas conducciones, puesto que ya existen, y que la mayor abundancia de caudal hídrico se localiza en la zona del río Tiétar.