INFRAESTRUCTURAS

Un desvío provisional habilitará el trasvase Júcar-Vinalopó mientras se repara el embalse

El agua llegará a los regantes a través de un «by-pass» durante la obras de reparación de la balsa de San Diego, que no finalizarán hasta 2015

J. L. FERNÁNDEZ/ D. MARTÍNEZ - Actualizado: Guardado en: Actualidad

Los regantes usuarios del trasvase Júcar-Vinalopó pueden respirar tranquilos: cuando el próximo verano previsiblemente se agoten las reservas del superávit de la lluviosa primavera de este año, podrán contar con caudales a pesar de las obras del embalse de San Diego (Villena), gracias a una conducción provisional de tipo «by-pass», que derivará el agua hasta los otros embalses, los del postrasvase.

Los trabajos en las infraestructuras del municipio alicantino deben subsanar la falta de impermeabilidad en el fondo de San Diego, lo que descubrieron los técnicos de la empresa pública Acuamed en septiembre del año pasado al vaciar el embalse. Un funcionamiento anómalo e inesperado, difícil de prever en el terreno sobre el que se asienta, según fuentes de esta sociedad estatal.

Pero durante todo el tiempo que dure esta impermeabilización completa con plástico o asfalto, los agricultores tienen asegurado el riego gracias a un acceso a través de una arqueta de válvulas o by-pass, en la conducción general del trasvase, que permite canalizar el agua a la balsa o bien continuar su camino directamente hasta el punto de conexión con el postrasvase, a continuación en el trazado.

Así se van a saltar un paso: en lugar de almacenar el agua y luego repartirla, llegará directamente a los embalses del postrasvase, como el de Aspe o el de Elche. La capacidad de conducción de esta solución temporal es de 4,5 metros cúbicos por segundo, y la Junta Central de Usuarios podrá así distribuirla entre los socios, si así lo solicitan.

Porque también puede darse la circunstancia de que la rehusen, dado que la calidad del agua del actual trasvase no satisface a los regantes del Vinalopó, al tener la toma en Cullera y no en Cortes de Pallás, donde fue derogada por la a la sazón ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, justamente ahora hace ahora ocho años. Durante este paréntesis en el funcionamiento normal del trasvase, mientras se reparan las filtraciones el embalse de San Diego, Acuamed se ha comprometido a garantizar la calidad del agua, que debe ser apta para todos los cultivos.

De hecho, el objetivo de esta conducción del Júcar-Vinalopó está comprometido precisamente en proporcionar caudal suficiente en cantidad y también por su calidad para recuperar los acuíferos sobreexplotados del Vinalopó.

Acuerdo con los regantes

En el futuro, esta infraestructura tendrá un interés estratégico porque abastecerá con hasta ochenta hectómetros cúbicos 80 de agua al año procedente de los sobrantes del curso bajo del río Júcar.

Cuando se vació para las citadas reparaciones de impermeabilización se aprovecharon 5 millones de metros cúbicos con las que se regaron más de 20.000 hectáreas de la comarca del Vinalopó, merced a un acuerdo de los regantes y Acuamed.

Toda la actualidad en portada

comentarios