IDEES DES DE LA COMUNITAT
LA TERCERA VÍA
LA primera década de este nuevo siglo se enfrenta a lo que con el nombre de crisis se le añaden distintos apellidos: económica, cultural, de desarrollo, de modernización, de identidad, de principios… Prácticamente, al menos en Europa, parece que todo está en crisis y, por tanto, en revisión.
En este mundo que avanza tan rápidamente, los procesos de transformación en la vida de los hombres han adquirido una creciente y vertiginosa celeridad. En el tema económico, este desarrollo global aún resulta más notorio. Actualmente nuestro destino, tanto nacional como autonómico, se ve totalmente influido por el sistema financiero internacional. El factor económico hoy es mucho más que trabajo, capital y producción, siendo decisivo en la estabilidad de la democracia. Lo económico lo abarca todo, hasta la conducta y las acciones del individuo.
En toda sociedad, la solución de problemas económicos es un desafío permanente, pues los ciudadanos tienen necesidades y requieren de unos servicios adecuados para satisfacerlas. A fin de impedir que se instale el caos se requieren normas, reglas e instituciones, por mucho que les pese a algunos. En este sentido, la aplicación práctica de la economía llamada «socialista» ya fracasó, y la «ultraliberal» también estamos viendo que está fracasando.
Por eso, ya desde hace años, se viene hablando en Europa de otra opción, una tercera vía económica denominada la Economía social de mercado. Esta tercera vía se basa en la libertad, la igualdad y las virtudes de los ciudadanos. Comenta el político democristiano alemán Roman Herzog: «El secreto de la economía de mercado radica en conceder a la persona el margen y los incentivos necesarios para desarrollar una actividad económica. Cuando esto funciona no solo se enriquece el empresario exitoso, sino la sociedad en su conjunto, merced a la creación de mayor cantidad de puestos de trabajo, el pago justo de los salarios, el incremento de la recaudación de los impuestos que se tributan y que a su vez constituyen las bases para mejorar las prestaciones sociales».
Uno de los ejes primordiales de esta economía es lograr la equiparación de las condiciones de vida de todos los ciudadanos y alcanzar la compensación social entre fuertes y débiles. Pero para que esto se consiga, debemos mejorar nuestra capacidad individual de rendimiento y competitividad, y así garantizar la Seguridad Social y las bases para la vida de las futuras generaciones.
Mejora del sistema educativo, fortalecimiento de la investigación y el desarrollo, una economía con capacidad de rendimiento, fomentar la disposición individual hacia el riesgo, desmantelar obstáculos burocráticos y desregular donde sea posible; garantizar los requerimientos ecológicos a través de los instrumentos de mercado; reformar nuestro estado social para superar los efectos de los cambios demográficos y hacer de la justicia social una realidad. Todo esto es trabajar por el presente y por el futuro. Estos principios constituyen la base ideológica de los partidos demócrata-cristianos.
Precisamente, esta próxima semana tiene lugar en Jávea una Escuela de verano organizada por la Fundación Vives bajo el título «La crisis de los principios, los principios para superar la crisis» cuyo eje es debatir sobre los distintos aspectos de la Economía Social de Mercado.

