La Generalitat ha dado una nueva vuelta a su plan para la venta de inmuebles públicos con los que esperaba ingresar más de 181 millones de euros. Las malas perspectivas que ofrece el mercado inmobiliario y las amenazas que suponen los denominados «fondos buitre» -conscientes de las urgencias financieras del Consell- han llevado al Ejecutivo autonómico a negociar el alquiler de su patrimonio en lugar de a subastarlo.

En este sentido, fuentes conocedoras del proceso han explicado a ABC que la Conselleria de Hacienda ya tiene encima de la mesa ofertas para alquilar los tres edificios más emblemáticos incluidos en el Plan de Optimización de Patrimonio.

Se trata del antiguo hospital de La Cigüeña -que alberga las sedes de las Consellerias de Agricultura y Bienestar Social-, el inmueble del número 32 de la calle Colón de Valencia -que acoge el departamento de Economía- y el edificio situado en la madrileña calle Españoleto -antigua sede de la Generalitat en la capital-. El modelo a seguir sería el del antiguo edificio de la Conselleria de Infraestructuras, que el Ejecutivo ha alquilado a la Agencia Tributaria por más de un millón de euros anuales.

«Sacrificar» el déficit

Según las fuentes consultadas, la Generalitat está dispuesta a «sacrificar algunas décimas de déficit antes que a malvender su patrimonio» en una monento en el que los precios de mercado continúan en caída libre. Esta circustancia, unida a la recepción de ofertas por el alquiler de sus inmuebles y al traslado de hasta 4.500 funcionarios al nuevo complejo administrativo 9 d’Octubre, han propiciado el cambio de estrategia que explica el motivo del retraso en las subastas, previstas inicialmente para el primer cuatrimestre del ejercicio.

Hacienda no ha constatado ni de lejos la posibilidad de vender con éxito los inmuebles a los precios de salida contemplados en el Plan de Reequilibrio financiero remitido el pasado año al Gobierno. La Generalitat había tasado el edificio de La Cigüeña en una cifra superior a los 51,8 millones de euros. Por la sede de Economía -la que más interés ha suscitado entre las empresas de distribución comercial- se esperaba obtener un montante de 26,6 millones. Mientras, las propiedades del Consell en la calle Españoleto de Madrid (dos plantas y cinco plazas de garaje) en una de las principales vías de la capital cuentan con una valoración que sobrepasa los 3,4 millones.

Opción de compra

Con el giro de 180 grados que ha imprimido el titular de Hacienda, Juan Carlos Moragues, cobra fuerza la opción de los alquileres con opción de compra para los inquilinos. Una fórmula que a corto plazo rompería los planes de la Generalitat en el apartado de ingresos para 2013 -que serían sensiblemente inferiores a los calculcados- pero que en el medio plazo le permitiría mantener su patrimonio a la espera de una nueva coyuntura económica.