La Champions le regala un nuevo capítulo al Málaga, protagonista de esta preciosa historia que le tiene en los octavos de final del torneo más prestigioso de Europa después de completar de forma esplendorosa la fase de grupos. En Do Dragao, y ante un histórico como es el Oporto (20.45, La 1), el conjunto español afronta convencido este partido de ida, reconocible a partir del sello de Manuel Pellegrini y sostenidos por un portero descomunal: Willy Caballero es el muro de este Málaga, los guantes de la ilusión.

Entre tanto nombre, potenciada la plantilla con fichajes de altura cuando llegó el intrigante jeque del que poco o nada se sabe, destaca la figura del futbolista más peculiar de todo equipo, una especie indescifrable a la que siempre les acompañará el murmullo. Hoy, Caballero es un héroe en La Rosaleda y todo el mundo coincide en que es uno de los mejores guardametas del momento, cada día mejor. Mañana o pasado, a la primera que cante, se le señalará porque así es su trabajo, tan ingrato como lo fue en la Copa del Rey de la pasada temporada. «¡Que me trague la tierra!», exclamó después de comerse un disparo del todo inofensivo de Benzema y que servía para que el Madrid se clasificara.

La emoción de la sintonía

El Málaga se emociona con la celestial música de la Champions y espera que Caballero mantenga su excepcional nivel, autor este pasado fin de semana de la parada de la Liga ante el Athletic. Los números, además, dan valor a sus actuaciones ya que el Málaga puede presumir de tener al portero menos goleado de la Liga, al Zamora de España. A Caballero le han marcado 21 tantos en 24 jornadas y ha realizado 70 intervenciones. En Europa sólo recibió tres goles.

Caballero es un luchador al que le llega el piropo un pelo tarde, con 31 años. Se formó en Boca Juniors, jugó muchos años en Segunda con el Elche después de un breve periodo en el Arsenal argentino y acabó en La Rosaleda por la lesión de Sergio Asenjo. Es el nuevo ídolo de la Costa del Sol, la grada le grita «¡Willy, selección!» y compañeros como Isco le bailan el agua en las redes sociales. «Dejá de joder, una noche mala la tiene cualquiera», ironizó el portero de moda en su respuesta. Alejandro Sabella, entrenador de Argentina, toma nota y estará pendiente esta noche de lo que pase en Portugal. El sueño del Málaga está en manos de Caballero.