«El IV Centenario de la muerte del Greco debería servir para relanzar su museo»

—¿Qué supone para usted ser el director del Museo del Greco?

—Pues supone una gran satisfacción, porque soy conservador, pertenezco al Cuerpo de Conservadores de Museos desde 1985 y he dedicado buena parte de mi vida laboral al trabajo en museos. Poder dirigir el Museo del Greco es un reto especial, por las circunstancias en las que este museo se encuentra y también por las expectativas tan interesantes que se abren de cara a la conmemoración del IV Centenario de su muerte. Deberíamos ser capaces de relanzar la institución museística del Greco dentro del panorama cultural de la ciudad, a nivel regional y nacional y, por qué no, poder proyectarlo a nivel internacional en la mayor dimensión posible.

—Más allá del IV centenario, ¿qué objetivos y retos se plantea?

—El primer reto es que el museo funcione como lo que es, un museo, pues es una institución cultural que da servicio, en primer término, a la ciudadanía toledana, y, en general, a cuantos visitantes interesados en conocer y disfrutar de las colecciones que presenta y de las actividades culturales que vamos a ofrecer el año próximo y los siguientes.

En ese sentido, uno de nuestros principales objetivos es servir de impulsor y dinamizador de la cultura y la educación en esta ciudad, teniendo en cuenta que Toledo es Patrimonio de la Humanidad y recibe millones de visitas al año. Estamos ante la posibilidad de ser un referente cultural del primer orden.

—¿Qué le parece la programación organizada con motivo del centenario de la muerte del pintor?

—Lo que se va a vivir y las posibilidades que va a tener la ciudad el año que viene son realmente extraordinarias. Probablemente todos los eventos que se van a programar convertirán a Toledo en Capital Cultural Europea. No sólo por los actos programados por la Fundación Greco 2014, que pilota y lleva las riendas de toda la programación, sino por el trabajo del resto de instituciones públicas y privadas, que también van a aportar su granito de arena y que están trabajando desde hace algún tiempo en la efeméride. Entre ellas se encuentra el Museo del Greco, que también prepara un programa, dentro de sus posibilidades, lo más atractivo posible para el gran publico que nos ha de visitar el año que viene.

El traslado, aparcado

—¿Sabe algo acerca de la posibilidad de trasladar el Museo del Greco al Museo de Santa Cruz?

—Precisamente, hace pocos días, el presidente de la Fundación Greco 2014, Gregorio Marañón, dijo que este es un tema que hay que dejar aparcado, que aquello fue una reflexión, que sigue abierta. No obstante, no está en manos de la dirección de este museo tomar ese tipo de decisiones, pues compete al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y, a día de hoy, ya ha habido un posicionamiento determinado de la Secretaría de Cultura a este respecto. A lo que ellos decidan estaremos nosotros.

—¿Qué intereses cree que hay detrás de ese traslado?

—Desconozco que haya intereses detrás de lo que se ha sabido. Yo quiero interpretar que esa reflexión que se abrió en su momento fue para intentar mejorar las posibilidades de conocimiento y disfrute de la obra del Greco, pero no sé sí había intenciones ocultas. Es algo que no me he parado a pensar, no está en mi ánimo. Se trata de una reflexión que sigue ahí abierta, sobre la que no se ha tomado ninguna decisión al respecto y que, por el momento, no tiene mayor recorrido.

—Por tanto, ¿recomendaría mantener la ubicación del actual museo?

—No es que recomiende o deje de hacerlo, pues yo tan sólo soy un funcionario al cargo de la dirección, pero sí quiero destacar las oportunidades que una institución museística como ésta ofrece, porque se encuentra en una estructura histórica muy interesante, que tiene incluso manifestaciones subterráneas por descubrir, tiene 100 años de antigüedad y está ubicada en el corazón de la Judería de una ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Por tanto, la ubicación es perfecta, el Ministerio de Cultura ha realizado una inversión extraordinaria en este espacio, y, aunque hay algunas cosas que se pueden mejorar en el futuro a media que se analicen sus perspectivas de mejora, a día de hoy ofrece al visitante unas posibilidades muy buenas de conocer la figura y obra del pintor, así como la zona donde vivió, porque era parroquiano de Santo Tomé.

Así lo demuestran los 200.000 visitantes que al año recibe este espacio, muy por encima de los que reciben otros museos estatales de mayor nombre o posibilidades en cuanto a continente y contenidos. Insisto en que es un museo importante, con un potencial de proyección internacional como pocos, pues aúna dos de los emblemas más importantes con los que se presenta la Marca España, como son El Greco y Toledo.

Por ello, con independencia de lo que ocurra en el futuro, que no lo puedo predecir, este museo cumple una labor social y cultural en la ciudad y su potencial de mejora y proyección es realmente interesante.