FESTIVAL DE TEATRO
«Tomas Moro, una utopía» o quien se enfrentó al rey Enrique VIII
ABC
La historia de Enrique VIII y sus esposas, el nacimiento de la Iglesia Anglicana y la negativa de Tomás Moro a plegarse a los designios de su rey, postura que acabaría por costarle la cabeza, han sido objeto de múltiples revisiones teatrales, cinematográficas y televisivas ... a lo largo de tiempo.
Sin embargo, conocemos muy poco de un personaje como Tomás Moro, autor de obras como «Utopía» y que disfrutó en vida de un amplio reconocimiento como teólogo, poeta y jurista.
Ese vacío es el que intenta llenar «Tomás Moro, una utopía», un montaje que fue estreno absoluto el pasado viernes en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro en una versión de Ignacio García May y dirigida por Tamzin Townsend.
El texto original de la obra se atribuye a Shakespeare, que la escribió de forma anónima en colaboración con otros autores isabelinos para resaltar la figura del hombre que no abjuró de sus principios aún a pesar de que acabarían por acelerar su final.
La obra estrenada en el Patio de Santo Domingo es fiel a esta intención: aquí no se trata del conflicto interior del hombre a quien le bastaba ceder ante su rey para salvar su vida sino de explicar quién era este hombre polifacético.
Por eso, el espectáculo comienza y acaba en el mismo lugar, la celda de la Torre de Londres en la que Tomás Moro pasa sus últimas horas antes de ser decapitado.
Entre esas dos escenas, juegos de luces y de proyecciones y unos cambios mínimos de mobiliario permiten que el calabozo se transforme en las calles de Londres, el Ayuntamiento de la ciudad o el hogar de Tomás Moro.
Y al mismo tiempo que se suceden estos escenarios asistimos a las demostraciones de inteligencia y sentido común del protagonista y a su ascenso desde alguacil de la ciudad del Támesis a Lord Canciller, desde que es capaz de proclamar «el mandato del rey emana de Dios» hasta que es acusado de alta traición por no reconocer la validez del «Acta de Supremacia» sobre la que se fundamenta la Iglesia Anglicana.
Del montaje cabe destacar su agilidad, gracias a la escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda, y el trabajo de los dos actores que sostienen el peso de la obra.
«Tomas Moro, una utopía» o quien se enfrentó al rey Enrique VIII
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