Las curiosas arañas tirachinas que disparan sus telas en cuanto oyen el paso de sus presas

Sin embargo, Saad Bahmla, del Instituto Tecnológico de Georgia (EE.UU.) y sus colegas descubrieron en 2021 que podían engañar a los arácnidos para que soltaran sus redes balísticas simplemente chasqueando los dedos. ¿Podrían estas arañas estar escuchando para desplegar sus redes incluso antes de que sus víctimas se topen con ellas? Los investigadores decidieron poner a prueba las reacciones de las arañas y descubrieron que, en efecto, son capaces de escuchar a los insectos que se acercan, esperando a que su víctima esté dentro del alcance antes de soltar la red para catapultarse hacia adelante y capturar a su próxima presa. Lo cuentan en la revista 'Journal of Experimental Biology'.

«Las arañas tirachinas son muy pequeñas, por lo que pueden ser bastante difíciles de encontrar», recuerda la investigadora Sarah I. Han, que pasó mucho tiempo en las riberas de los ríos locales escudriñando grietas y rocas en busca de las distintivas telas cónicas con una araña posada en la punta. «Se necesita algo de tiempo para desarrollar el ojo para ellas», ríe. Después de realojar a las arañas en el laboratorio con ramitas para construir sus telarañas, Han también salió a cazar mosquitos, listos para tentar a las arañas. Luego adhirió moscas individuales, con sus alas libres para aletear como si volaran, a tiras de papel negro antes de agitarlas cerca de las telarañas cónicas de las arañas mientras filmaba.

En efecto, las arañas soltaban sus telarañas cuando los mosquitos se acercaban. Pero cuando Han observó más de cerca las películas que habían grabado, era evidente que los insectos nunca tocaban las telarañas con sus patas delanteras salientes. Las arañas eran capaces de lanzar las estructuras incluso antes de que un insecto impactara en la telaraña. Y cuando Han intentó el mismo truco, pero esta vez agitando un diapasón, en el tono que producían las alas quejumbrosas de las moscas, frente a la telaraña, los arácnidos igualmente soltaban sus telarañas para lanzarlas hacia adelante.

De esta forma, los investigadores concluyeron que las arañas deben de haber estado escuchando a los insectos que se acercaban, soltando sus telarañas cuando los mosquitos estaban a su alcance, antes de que el insecto se hubiera topado con ellas. Los científicos sospechan que las arañas podrían estar escuchando la aproximación de los mosquitos con los pelos sensibles al sonido de las patas de los arácnidos.

¿Y a qué velocidad volaban las telarañas una vez que las arañas las soltaban? Han trazó meticulosamente la trayectoria de cada araña mientras se desplazaban por la tela mientras esta se desgarraba hacia adelante y calculó que las estructuras alcanzaban velocidades de casi 1 m/s para interceptar un mosquito en 38 ms: demasiado rápido para que el insecto escape.

Han también notó que las arañas tenían muchas más probabilidades (76%) de soltar sus conos de telaraña cuando el mosquito estaba frente a la telaraña, en lugar de las ocasiones en que estaba detrás (29%), y el dúo sospecha que las arañas pueden comparar cómo perciben el sonido transmitido a través de la telaraña a sus cuerpos con las vibraciones sonoras transportadas por el aire a sus patas, para saber si un insecto está delante o detrás de su telaraña y así evitar un disparo fallido. El ingenio de la naturaleza siempre es sorprendente.