¿Por qué la ropa se encoge durante el lavado?

Las fibras artificiales se crean a partir de celulosa natural modificada. De esta forma tenemos el rayón, que se fabrica a partir de la celulosa de la madera, la cual es, posteriormente, procesada y reconstituida. En tercer lugar, tenemos las fibras sintéticas, elaboradas a partir de productos químicos y polímeros derivados del petróleo. Ejemplos de este tipo de fibras son el nylon y el poliéster.

Muchas de las prendas que usamos habitualmente están fabricadas con mezclas de los tres grupos de fibras, lo cual permite combinar las mejores características de cada una. Por ejemplo, una tela puede tener la suavidad del algodón y la resistencia y durabilidad del nylon.

Una de las texturas más comunes utilizadas en la fabricación de camisetas y sábanas es algodón-poliéster, que combina la suavidad, comodidad y transpirabilidad del algodón y la durabilidad y facilidad en el cuidado del poliéster.

Aunque no lo veamos, una camiseta de algodón está formada por fibras de algodón, las cuales a su vez están compuestas por cadenas moleculares (principalmente de celulosa, un polímero de largas cadenas de glucosa) conectadas por puentes de hidrógeno. Al crear la camiseta el hilo se teje en la tela, las fibras y los polímeros se estiran y se retuercen, tensionando los enlaces de hidrógeno que mantiene el tejido unido.

La celulosa tiene una estructura química que le otorga propiedades hidrofílicas, lo que permite que las prendas absorban fácilmente la humedad, como el sudor, manteniéndonos secos y cómodos.

Cuando lavamos las prendas de algodón se alivia el estrés, la energía del calor y la agitación a la que se exponen las prendas durante el lavado y el secado rompen las uniones, los polímeros quedan libres para relajarse y volver a su tamaño natural. A su vez, las fibras, los hilos y la tela se encogen, lo cual se traduce en que al recoger la prenda de la lavadora nos llevamos la desagradable sorpresa que ver cómo ha encogido.

Para evitar que la prenda se encoja durante el lavado lo único que tenemos que hacer es revisar la etiqueta del fabricante y no lavarla a una temperatura superior a la que allí aparece indicada. Tan sencillo como eso.

Nuestra experiencia nos demuestra que no todas las prendas encogen con la misma facilidad. Aquellas fabricadas con algodón o con lana lo hacen con mayor facilidad debido a que absorben más agua, por lo que debemos utilizar agua fría o tibia en su lavado. En el extremo opuesto están el poliéster y el nylon, que absorben menos agua y son más resistente al calor.

Una última curiosidad, el origen del algodón se sitúa para algunos estudiosos hace unos 8.000 años en la India, mientras que otros defienden que sus comienzos hay que buscarlos en las culturas precolombinas. En la antigüedad clásica (grecorromana) a pesar de que el algodón era conocido no se llegó a cultivar, los griegos lo denominaban bómbyx, un término que se usaba también para denominar a la seda.

Si nos vamos al otro extremo del planeta, se considera que en el territorio que ocupa el actual México se cultivaba una variedad de algodón –Gossypium hirsutum- hace unos 8.000 años.