Esto eran en realidad los monstruos marinos de las leyendas medievales

Investigadores identifican en las descripciones de los mitos nórdicos de hace 2.000 años una misteriosa estrategia de alimentación de las ballenas descubierta en 2011

Así era la madriguera de un descomunal kraken prehistórico

Reconstrucción digital de una ballena jorobada alimentándose con una trampa John McCarthy, Universidad de Flinders

Los científicos registraron en 2011 una estrategia de alimentación previamente desconocida en ballenas de todo el mundo. En vez de abalanzarse sobre sus presas, como es conocido, los cetáceos permanecen en la superficie del agua con las mandíbulas abiertas en ángulo recto, esperando a que ... los bancos de peces naden hacia sus bocas. La 'trampa' funciona porque los peces creen haber encontrado un lugar para refugiarse de los depredadores, sin darse cuenta de que nadan hacia la fatalidad.

Pues bien, un equipo de científicos australianos cree que este mismo comportamiento está descrito en relatos antiguos de monstruos marinos registrados hace más de 2.000 años.

En concreto, en los mitos nórdicos del hafgufa y el aspidochelone, unas criaturas grandes como islas que, según la leyenda, emitían un perfume o aroma especial que ayudaba a atraer a los peces hacia sus bocas inmóviles.

John McCarthy, arqueólogo marítimo de la Universidad de Flinders, se dio cuenta de los paralelismos intrigantes con la biología de las ballenas mientras leía sobre los monstruos marinos nórdicos. «Me llamó la atención que la descripción nórdica del hafgufa era muy similar al comportamiento que se muestra en los vídeos de ballenas que se alimentan con trampas, pero al principio pensé que era solo una coincidencia interesante«, señala el investigador.

Una vez que comenzó a analizarlo en detalle y a discutirlo con colegas que se especializan en literatura medieval, «nos dimos cuenta de que las versiones más antiguas de estos mitos no describen monstruos marinos en absoluto, sino que son explícitas al describir un tipo de ballena».

El hafgufa aparece en antiguos manuscritos nórdicos desde el siglo XIII hasta el XVIII, a menudo incluido en los relatos junto con los kraken y las sirenas. Según los investigadores, estas historias pueden haberse inspirado en bestiarios medievales, que describen una gran cantidad de animales reales y fantásticos y que, a menudo, incluyen una criatura muy similar, el aspidochelone.

Arriba: el mapa de Islandia de 1658 de Ortelius que muestra varias criaturas marinas mitológicas. Abajo, un detalle de una criatura marina etiquetada como H, 'la más grande de las ballenas' que no podía perseguir a los peces pero los atrapaba con astucia C.C.

El aroma especial

Algunos textos dicen que el hafgufa y el aspidochelone emiten un perfume que ayuda a atraer a los peces hacia sus bocas. Aunque algunas ballenas producen ámbar gris, que es un ingrediente del perfume, esto no ocurre con rorcuales como la jorobada. En cambio, los investigadores sugieren que este elemento puede haber sido inspirado por la expulsión de presas filtradas por las ballenas, para ayudar a atraer más presas hacia su boca.

Diagrama de una ballena jorobada alimentándose con trampa John McCarthy, Universidad de Flinders

No se sabe por qué esta estrategia de las ballenas se ha identificado recientemente, pero los científicos especulan que es el resultado de las condiciones ambientales cambiantes. También puede ocurrir que las ballenas están siendo monitoreadas más de cerca que nunca por drones y otras tecnologías modernas.

Representación islandesa de Physiologus Reykjavík AM 673 a II 4to fol. 3v Public Domain

«Es emocionante porque la pregunta de cuánto tiempo las ballenas han usado esta técnica es clave para comprender una variedad de cuestiones de comportamiento e incluso evolutivas. Los biólogos marinos habían asumido que no había forma de recuperar estos datos pero, utilizando manuscritos medievales, hemos podido responder algunas de sus preguntas», afirma Erin Sebo, profesora de literatura y lenguaje medievales en Flinders. Los resultados aparecen publicados en 'Marine Mammal Science'.

«Encontramos que los relatos más fantásticos de este monstruo marino eran relativamente recientes, de los siglos XVII y XVIII, y ha habido mucha especulación entre los científicos sobre si estos relatos podrían haber sido provocados por fenómenos naturales, como la ilusiones ópticas o volcanes bajo el agua«, dice la autora. »De hecho, el comportamiento descrito en los textos medievales, que parecía tan improbable, es simplemente un comportamiento de las ballenas que no habíamos observado, pero que la gente medieval y antigua sí », añade.

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