EE.UU. permite por primera vez la venta de una planta que brilla en la oscuridad por ingeniería genética

La compañía de biotecnología Light Bio con sede en Idaho comenzará a enviar un lote de 50.000 petunias a sus clientes en abril. Si tiene éxito, quizás veamos más especies luminosas con fines decorativos en el futuro, y quién sabe si jardines enteros que emiten luz propia como la vegetación de Pandora, el mundo imaginario de la película 'Avatar' (James Cameron, 2009).

Keith Wood, director ejecutivo de Light Bio, y su equipo obtuvieron la primera planta luminosa en 1986, al insertar el gen de la luciferasa de las luciérnagas al tabaco (Nicotiana tabacum). Se eligió esta planta porque es genéticamente simple y crece muy rápido. A partir de ahí siguieron trabajando con esta y otras especies con fines decorativos, pero brillaban débilmente y necesitaban cuidados especiales para mantener la reacción química, por lo que no resultaban muy atractivas comercialmente.

Sin embargo, la petunia brilla en la oscuridad de forma llamativa y sin necesidad de ningún tipo de condición especial. En esto se distingue además de los llamados GloFish, peces fluorescentes de diferentes especies que brillan bajo los LED blancos o azules y que cualquiera puede adquirir para su acuario. Para los que tengan expectativas excesivamente altas, hay que advertir de que la petunia no es un letrero de neón ni una bombilla de 200 vatios. La luminiscencia, de un color verde tenue, recuerda a la de las cosas bañadas por la luz de la luna llena.

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En este caso, el equipo ha utilizado un grupo de genes del hongo bioluminiscente Neonothopanus nambi. Según explican en la revista 'Nature', el hongo alimenta su reacción de emisión de luz con la molécula de ácido cafeico, que también producen las plantas terrestres. Al insertar los genes del hongo en la petunia, la planta comenzó a producir enzimas que pueden convertir el ácido cafeico en la molécula emisora de luz luciferina y luego reciclarla nuevamente en ácido cafeico, lo que permite una bioluminiscencia sostenida.

Recientemente, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) dio el visto bueno a la venta de estas plantas modificadas mediante ingeniería genética después de verificar que no mostraba un mayor riesgo de plagas para las plantas en comparación con la petunia cultivada. Como resultado, «puede cultivarse y reproducirse de manera segura en los Estados Unidos».

«La única planta que ves cuando se apagan las luces», presumen desde Light Bio, en cuya web se anima a experimentar la luz orgánica de las flores vivas. Según la compañía, la petunia se puede cultivar en macetas o jardines, alcanzando rápidamente un tamaño de entre 20 y 25 cm con abundantes flores blancas. Afirman que es fácil de cuidar y prospera sin necesidad de condiciones ni tratamientos especiales. «Promover un crecimiento vigoroso producirá un brillo más brillante», aseguran.

«Son muy bonitas, una obra de arte de la ingeniería genética», confirma a este periódico Diego Orzáez, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas IBMCP (UPV - CSIC) en Valencia. Sin embargo, estas petunias no pueden venderse en Europa al estar modificadas genéticamente. «Y creo que nunca se podrá, porque tenemos una legislación muy estricta sobre el uso de los transgénicos. Los que nos dedicamos a la biotecnología estamos acostumbrados a este tipo de paradojas: productos resultado de ADN recombinante (rADN) -células u organismos que se producen mediante la combinación de material genético que proviene de dos fuentes distintas- que son completamente inocuos pero que en Europa no se pueden sacar de los laboratorios», reflexiona Orzáez.

El investigador del CSIC, que ha visitado el centro de Light Bio y ha visto las petunias, no cree que estas plantas supongan ningún riesgo, ni siquiera si se ponen de moda y llenan los jardines de EE.UU. «Me encantaría tener una», confiesa. ¿Podría causar algún daño a la pequeña fauna de los alrededores? «Esta planta es unas 50 veces menos brillante que una bombilla y llevamos poniendo bombillas desde hace 200 años en nuestros jardines y porches. Quizás al plantearnos esta pregunta mostramos cómo están estructurados nuestros prejuicios», comenta.

Orzáez, que trabaja en su laboratorio con plantas de tabaco luminosas, explica que este tipo de tecnologías no solo sirven para crear innovaciones ornamentales. «La luz puede ser una nueva vía de comunicación con las plantas. Estas plantas pueden ser centinelas de los cultivos y decirnos con su luz si sufren algún tipo de estrés: un ataque de patógenos, sequía o la falta de un nutriente. Incluso podrían iluminarse con diferentes colores en función de lo que les esté pasando».

De momento, los amantes de las plantas en EE.UU. tienen una muy diferente e innovadora para decorar su hogar o su jardín.