Una misteriosa 'anomalía' en el núcleo terrestre cambia la duración del día cada 8,5 años

Se trata de un ligero bamboleo, una oscilación que también indica que un hemisferio del núcleo interno es más denso que el otro

¡Sorpresa! El núcleo interno de la Tierra no es homogéneo

Mucho de lo que sucede en la superficie de la Tierra se origina en el núcleo, a miles de km de profundidad nasa

Los científicos lo saben desde hace tiempo. Cualquier cosa que ocurra en el núcleo de la Tierra tiene efectos tangibles aquí, en la superficie. Sin embargo, conforme pasan los años y los medios se hacen cada vez más sofisticados, los geólogos van siendo capaces ... de encontrar, a miles de km bajo nuestros pies, movimientos, vibraciones, pulsos y variaciones cada vez más sutiles. Y todos ellos con efectos concretos en la superficie.

Para descubrir la última de esas anomalías, un equipo de investigadores de la Universidad de Wuhan, en China, ni siquiera ha tenido que investigar directamente el núcleo. Ha bastado con estudiar pequeñas variaciones en distintas medidas tomadas en la propia superficie para revelar una serie de variaciones periódicas, y hasta ahora desconocidas, en lo más profundo del corazón de la Tierra.

Así, analizando cambios mínimos en la duración del día terrestre y el movimiento de los polos, los científicos han podido determinar que el núcleo interno de la Tierra 'se bambolea' con una periodicidad de 8,5 años. Lo cual, a su vez, ha revelado que el núcleo interno sólo se inclina 0,17 grados con respecto al manto terrestre, y eso sugiere que es más denso en unas partes que en otras.

El hallazgo, publicado en 'Nature Communications', tiene el potencial de cambiar el modo en que entendemos el funcionamiento interno de nuestro mundo. Estudios anteriores, en efecto, daban por segura una inclinación mucho mayor, de hasta 10 grados, lo que llevaba a cometer errores a la hora de interpretar las manifestaciones superficiales del comportamiento interno del planeta.

Una intensa actividad interna

El interior de la Tierra hace gala de una actividad que apenas ahora estamos empezando a entender. Sabemos que bajo la delgada corteza sólida que pisamos hay distintas capas, más densas cuanto más profundizamos, hasta llegar al núcleo, que se agita continuamente como un mar de roca fundida y metal en rápida rotación (el núcleo externo) y que se vuelve sólido en el centro, formando una esfera densa y caliente de hierro y níquel, el núcleo interno, de 2.450 km de diámetro, algo más grande que Plutón.

Los científicos están cada vez más interesados en lo que sucede 'ahí abajo', y tratan de desentrañar cualquier pequeña peculiaridad o anomalía que pudiera afectar a la superficie, y por tanto a nuestras vidas. Sin embargo, y ante la imposibilidad de bajar hasta ahí para echar un vistazo, los investigadores tienen que conformarse con hacer mediciones indirectas, basándose en cosas que se pueden observar aquí, en la superficie.

Periodo de rotación variable

Una de esas cosas es el periodo de rotación, que consideramos como algo fijo. Nuestro planeta, de hecho, completa un giro sobre sí mismo una vez cada 23 horas, 56 minutos y 4,0916 segundos. Y así durante todos los días del año. Pero esto no es cierto del todo. En realidad, tal y como los geólogos han ido descubriendo en las últimas décadas, existen variaciones muy pequeñas, a veces casi indistinguibles, generadas por cambios que ocurren, precisamente, en el interior del planeta.

Por ejemplo, una investigación publicada el año pasado encontró que el núcleo de la Tierra cambia la dirección de su rotación aproximadamente cada seis años, lo que se manifiesta como un cambio en la duración del día. Y en 2019, un estudio liderado por Hao Ding, coautor del actual trabajo, ya notó una periodicidad diferente en la forma en que se mueven los polos de la Tierra, un ligero movimiento, que se repetía cada 8,7 años y que pensaron que podría ser el reflejo de una oscilación en el núcleo interno de la Tierra.

Desde ese momento, y junto a Yachong An, primer firmante del actual artículo, Ding siguió buscando otros cambios en la rotación terrestre que mostraran la misma periodicidad. Y los encontró. Al medir y estudiar detalladamente esos cambios, el equipo consiguió hacerse una idea de los acontecimientos internos que producían esos fenómenos.

Una vez cada 8,5 años

De este modo, los investigadores descubrieron que el núcleo interno está inclinado con respecto al manto terrestre apenas 0,17 grados. En otras palabras, el eje de rotación del núcleo interno y el eje de rotación del manto no están completamente alineados. Lo cual produce un ligero 'bamboleo', similar al de una peonza, que se repite cada 8,5 años.

Las señales también apuntan a un cambio de densidad más pronunciado de lo que se esperaba en el núcleo interno y el núcleo externo. Y una densidad no homogénea en el propio núcleo interno, que parece tener un hemisferio más denso que el otro. Características que, según el estudio, podrían influir en la forma en que el núcleo externo, líquido y en rotación, se agita y gira para generar el campo magnético de la Tierra, un auténtico escudo protector que nos mantiene a salvo de las peligrosas radiaciones que llegan desde el espacio.

Este trabajo, dicen los investigadores, es solo el principio. En el núcleo, en efecto, suceden muchas más cosas que aún no comprendemos, y que sin duda también tienen extraños efectos en la parte exterior del mundo, la que nosotros ocupamos. Cosas que aún tardaremos muchos años en descubrir.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios