El misterio de Ofiuco, la constelación que siempre reaparece como un nuevo signo del horóscopo

Desde hace años, cada mes de enero la posible inclusión de esta constelación en el zodiaco reabre el 'debate' de cuál es el signo de cada persona

El impacto de un rayo sobre un tendido eléctrico crea un nuevo material desconocido

E. Blanco

Habrá quien crea en el horóscopo y habrá quien lo lea por diversión. Algunos, ven en su signo rasgos de su personalidad, y otros, escépticos, recurren a la predicción para hacer un chascarrillo. Pero lo cierto es que todo el mundo sabe qué signo ... del zodiaco le corresponde según el día que ha nacido. Y, desde hace años, cada mes de enero la aparición de un supuesto signo nuevo vuelve a hacerse viral, pero, ¿qué hay de cierto?

Un misterio recurrente

La historia no es nueva. En 1995, Jacqueline Mitton, de la Real Sociedad de Astronomía Británica, anunció en una serie de divulgación de la BBC que el zodiaco no estaba compuesto por 12 signos, sino por 13.

Años después, en 2016, un comunicado de la NASA generó tal confusión que volvió a poner el órbita la aparición de un nuevo signo del horóscopo. En aquel año, muchos interpretaron que el organismo había introducido un nuevo signo del horóspoco. Poco o nada que ver con la realidad, aunque la semilla ya estaba puesta.

En 2020, la propia NASA hizo una publicación refiriéndose a Ofiuco y lanzando una afirmación categórica: «Estudiamos la astronomía, no la astrología. No hemos cambiado el zodiaco, solo hemos hecho cálculos». Así establecía la diferencia entre astronomía, que estudia los cuerpos celestes del universo, y la astrología, que no es otra cosa que la interpretación derivada el estudio de la posición de los astros.

En su explicación, la NASA dejaba claro que los babilonios, siguiendo sus mitos, dividieron el zodiaco en 12 partes -«como una pizza»- y a cada una de esas partes le atribuyeron una constelación. Y como Babilonia tenía un calendario de 12 meses, basado en las fases lunares, a cada mes se le asignó una constelación.

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Ahora bien, las historias de la antigua Babilonia hablaban de 13 signos y no de 12, por lo que decidieron dejar fuera a Ofiuco. Una constelación que, en el momento de la forja del mito del zodiaco, no era visible, pero hoy sí lo es. Tal y como indicó la NASA en 2020. La explicación es sencilla: más de 3.000 años después de que los babilonios crearan el horóscopo, el eje de la Tierra no es el mismo.

La constelación de Ofiuco, conocida como el portador de serpientes, realmente existe. Su posición en el firmamento se sitúa entre Escorpio y Sagitario. Según la mitología griega, Ofiuco representa a Asclepio, el hijo del dios Apolo y Corónide, una mortal.

Asclepio, el dios de la medicina y la curación, según las leyendas de la mitología griega poseía el don de la curación y la resurrección. Fue este el motivo por el que Zeus ordenó matarlo.

Hay varias versiones de este mito: en una, Zeus mata a Asclepio con un rayo después de este resucitase a Hipólito (hijo de Teseo, rey de Atenas), y, en otras, fue Hades -dios del Inframundo- quien pidió la muerte de Asclepio porque no hacía otra cosa que robar almas de la Laguna Estigia.

Una vez asesinado, el mito cuenta que Zeus le devolvió a la vida con una única condición, la de vivir en las alturas. Algo que Asclepio aceptó, pero pidió portar dos serpientes para distinguirlo en el Olimpo. Es por ello que la constelación de Ofiuco, especialmente visible entre diciembre y enero, aparece representada como un hombre entrelazado con dos serpientes.

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