No, los machos no suelen ser más grandes que las hembras

Un estudio publicado este martes en la revista 'Nature Communications' contradice este lugar común. Investigadores de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EE.UU.) compararon las masas corporales de machos y hembras de 429 especies en la naturaleza y comprobaron que, en muchos casos, ambos sexos tienen el mismo tamaño. Por ejemplo, los lémures, los topos dorados, los caballos, las cebras y los tenrecs. Los autores sugieren que los sesgos en la literatura científica, que han existido durante más de un siglo, pueden haber llevado a la idea errónea de que ellos siempre son más grandes.

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Por el contrario, una proporción menor de especies sí mostró grandes diferencias de tamaño corporal entre sexos, como el elefante marino del norte (donde los machos son tres veces más grandes que las hembras) y el murciélago peninsular de nariz tubular (donde las hembras son 1,4 veces más grandes que los machos).

Aunque los autores no tomaron muestras de todas las especies de mamíferos, creen que sus resultados van en la línea correcta. Sugieren que la razón de la narrativa del «macho más grande» puede deberse a sesgos hacia la investigación sobre especies carismáticas en las que los machos se imponen y sobre la competencia de los machos por las parejas, como en los primates y las focas. Sin embargo, los roedores y murciélagos, que constituyen una proporción mucho mayor de las especies de mamíferos, tienen diferencias de tamaño corporal menos frecuentes entre los sexos. Y aproximadamente la mitad de los murciélagos tienen hembras más grandes.

Según los autores, las diferencias de tamaño físico entre machos y hembras de la misma especie varían en los mamíferos dependiendo de la competencia por la pareja y de cómo los padres invierten en su descendencia. Por ejemplo, en el caso de los leones y babuinos, los machos relativamente más grandes compiten físicamente entre sí por aparearse. Sin embargo, entre los conejos, las hembras, relativamente más grandes, suelen tener varias camadas en cada temporada de apareamiento.

Los investigadores señalan que sus hallazgos pueden cambiar a medida que se recopilen más datos sobre el tamaño del cuerpo de los mamíferos en el futuro y recomiendan que se realicen más investigaciones sobre la biología femenina en todas las especies.