'Glaciares de sal' podrían crear condiciones para la vida bajo la superficie de Mercurio

El hallazgo puede cambiar la idea de que el planeta más cercano al Sol es un lugar yermo e infernal

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Estas formaciones geológicas en la superficie de Mercurio sugieren algún tipo de 'actividad glacial' a kilómetros de profundidad ABC

Es el más pequeño de los planetas del Sistema Solar. Y también el que más cerca está del Sol, nuestra estrella particular. Lo cual hace que sus días, a 350 grados de temperatura, sean realmente abrasadores. No así sus noches, que pueden llegar a ... ser tan gélidas como 170 grados bajo cero. Un mundo, en definitiva, que reúne todos los requisitos para ser considerado como un infierno para cualquier ser vivo.

Y aún así, un equipo internacional de astrónomos, capitaneados por Alexis Rodríguez, del Instituto de Ciencias Planetarias de la Universidad de Arizona, acaba de incluirlo en la lista de objetos de nuestro sistema en los que podría existir la vida. ¿Cómo es esto posible?

En un artículo recién publicado en 'The Planetary Science Journal', en efecto, Rodriguez y sus colegas sostienen que Mercurio podría tener 'glaciares de sal', y que estos podrían crear, a kilómetros de profundidad bajo la superficie, las condiciones necesarias para la vida. Esos depósitos de sal podrían incluso rodear todo el planeta, lo cual cambiaría para siempre la idea de que Mercurio es un páramo yermo y estéril.

Glaciares sin hielo

En el espacio, los compuestos que evaporan fácilmente, como el agua y las sales, se denominan volátiles. Y desde siempre los científicos han creído que Mercurio carecía en gran medida de volátiles debido a las temperaturas extremas que resultan de su proximidad al Sol y la falta de atmósfera. Pero en los últimos años, una serie de terrenos descubiertos por los astrónomos indican que, después de todo, podría haber volátiles allí.

Rodríguez y sus colegas llegaron a estas conclusiones gracias a una serie de datos recabados por la nave espacial Messenger, que orbitó Mercurio entre 2011 y 2015 y examinó especialmente el área alrededor del polo norte del pequeño planeta. Allí, los investigadores descubrieron varias zonas llenas de 'agujeros' y barrancos derrumbados, lo cual indica que se está produciendo algún tipo de actividad glaciar a varios kilómetros de profundidad. Estas formaciones quedaron parcialmente expuestas a causa de la erosión y los numerosos impactos de meteoritos sufridos por el planeta a lo largo de su historia.

En este punto, conviene aclarar que 'actividad glaciar' no significa necesariamente hielo. «Lo que hace que este sea un glaciar es esencialmente el flujo cuesta abajo, impulsado por la gravedad -dice Rodríguez-. No es sólo la composición lo que lo convierte en un glaciar». Y en este caso, lo más probable es que los 'glaciares' estén hechos de halita (la sal de mesa común) y otros tipos de sales.

Alrededor de todo el planeta

Según el estudio, esta capa de sal tiene aproximadamente 2 kilómetros de profundidad y es muy posible que rodee todo el planeta. La explicación más probable para una capa global tan gruesa, opina Rodríguez, es el colapso de una atmósfera primordial. «Imagínese -explica-. Lo primero que notaremos es que la presión atmosférica cae muy rápidamente, como si estuviéramos subiendo al Everest. A tu alrededor, básicamente se acumularían nevadas: la atmósfera se convierte en hielo y se acumula en la superficie». Con el tiempo, y tras sufrir el bombardeo de asteroides, esta capa de la antigua atmósfera quedaría enterrada a gran profundidad.

Estos 'glaciares de sal' resultan particularmente interesantes porque aquí, en la Tierra, la vida puede persistir en trozos de sal hidratados. Del mismo modo, en lo más profundo de la superficie de Mercurio, podría haber pequeñas bolsas habitables de lodo salado que han persistido durante millones de años.

«Cuando tenemos a la Tierra en nuestro Sistema Solar, con tanta vida, pensar en estos nichos irregulares de habitabilidad tan cerca del Sol parece irrelevante -dice Rodríguez-. Hasta que piensas en el conjunto de la galaxia. Creo que Mercurio es probablemente muy estéril, pero podría tener zonas habitables bajo tierra. Luego sólo hay que pensar en 100 millones de Mercurios, todos con zonas habitables». Una idea que podría multiplicar de un solo golpe la cantidad de mundos que los científicos consideran potencialmente habitables en todo el Universo.

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