Descifran el genoma del mixino, el pez que paralizó una autopista de EE.UU. con sus mocos
Secuenciado por primera vez por un equipo dirigido por un investigador español, ilumina la evolución de los vertebrados
Un nuevo hallazgo sobre el agua obligará a reescribir los libros de texto
Secuenciaremos el genoma de todos los vertebrados de la Tierra en una década
Madrid
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Iniciar sesiónLos mixinos, también conocidos como peces bruja, son para muchos criaturas repulsivas. Recuerdan a las anguilas o las lampreas, aunque no tienen aterradoras mandíbulas ni columna vertebral. Habitantes de zonas oceánicas profundas, son carroñeros, por lo que, entre otras cosas, se encargan de ... eliminar los cadáveres de las ballenas que acaban en el fondo del mar tras morir. Considerados uno de los animales más extraños de la Tierra, en el verano de 2017 protagonizaron un curioso incidente en una carretera de Oregón (EE.UU). Un camión que transportaba cientos de ejemplares (iban a enviarse a Corea del Sur, donde se los considera un manjar) volcó y toneladas de peces y agua acabaron desparramadas por la autopista.
La cuestión es que cuando se sienten amenazados, los mixinos segregan una especie de moco que se solidifica y obstruye la boca del depredador, así que, lógicamente estresados, no dudaron en hacer lo mismo en el asfalto. Fue como si estallara una bomba de 'slime', porque un mixino libera menos de una cucharadita de baba, pero en menos de medio segundo, esa pequeña cantidad se expande 10.000 veces. Al menos un coche quedó atrapado en una especie de limo que parecía sacado de una escenografía de Halloween.
Este animal inquietante difícilmente inspirará dulzura pero para Juan Pascual Anaya, investigador en el Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga (UMA), es una joya evolutiva: apenas han cambiado en cientos de millones de años. Anaya lidera un equipo internacional, formado por más de 40 científicos de siete países diferentes, que ha conseguido secuenciar por primera vez el genoma de los mixinos, el único gran grupo de vertebrados que aún carecía de 'libro de la vida'.
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El hallazgo, publicado en la revista 'Nature Ecology & Evolution', «es importante porque compartimos con estos animales el ancestro común más antiguo del grupo de los vertebrados, en el que estamos nosotros mismos. Comparándonos con ellos, somos capaces de inferir cómo era ese ancestro común, y así saber qué pasó durante la evolución para que seamos tan diferentes«, explica a este periódico el investigador español.
En concreto, el estudio ha permitido descifrar la historia evolutiva de las duplicaciones genómicas –número de veces que un genoma se duplica por completo– que se produjeron en los ancestros de los vertebrados, «El genoma humano proviene de un ancestro que ha duplicado el genoma dos veces. Lo que no sabíamos era si esas dos duplicaciones se habían producido en el ancestro de todos los vertebrados o en uno más reciente, un animal que ya tenía mandíbula, patas o aletas», señala.
Gracias al genoma del mixino, «hemos descubierto que la primera duplicación está compartida, se produjo en ese primer ancestro de todos los vertebrados, hace más de 500 millones de años. Sin embargo, la segunda ya ocurrió en el linaje que conduce al ser humano», dice Pascual Anaya.
En cambio, los vertebrados sin mandíbula, como los mixinos y las lampreas, triplicaron el genoma desde este ancestro común. Esta diferencia, explica el autor, tuvo un impacto muy importante en la morfología, de forma que en el grupo de vertebrados con mandíbula hay una gran diversidad de cuerpos (elefantes, ratones, tiburones o el ser humano somos fácilmente distinguibles) mientras que esto no ocurre en el linaje de los mixinos, donde todas las criaturas tienen un aspecto similar.
Además, los investigadores han observado diferencias en el sistema inmune de ambos grupos debido a esa triplicación del genoma. Igualmente, sus diferencias han permitido que los mixinos estén adaptados al fondo marino. La especie cuyo genoma ha secuenciado el equipo, Eptatretus burgeri, vive en el Pacífico, en las costas del este de Asia, a pocos metros de la superficie, pero otras especies habitan a más de un kilómetro de profundidad.
«Este estudio tiene implicaciones importantes en el campo evolutivo y molecular, ya que nos ayuda a comprender los cambios en el genoma que acompañaron el origen de los vertebrados y sus estructuras más singulares, como el complejo cerebro, la mandíbula y las extremidades», subraya Anaya.
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Hasta el momento, el genoma de los mixinos no había sido secuenciado debido a su complejidad, ya que están compuestos por una gran cantidad de microcromosomas, los cuales, a su vez, están compuestos por secuencias repetitivas. A esto se suma la dificultad de acceder al material biológico. «Además, estos microcromosomas se van perdiendo durante el desarrollo del animal, por lo que sólo los órganos genitales mantienen un genoma completo», afirma el investigador.
Los mixinos, que pueden superar el metro de longitud aunque la mayoría ronda los 30 cm, son un rompecabezas biológico. Sus rarezas no se acaban nunca. Por ejemplo, aunque no tienen columna vertebral sí poseen cráneo (el único animal vivo con esta condición), y la piel, en vez de estar pegada al cuerpo, se asemeja más a un calcetín. Pero la industria cosmética ya se ha fijado en las propiedades de sus babas, su carne se come en algunos países y, ahora, también pueden ayudar a entender cómo los vertebrados, incluido el ser humano, llegaron a ser como son.
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