Fotografían una 'cascada de plasma' en el Sol que podría engullir hasta ocho veces la Tierra
En extraños casos estas prominencias pueden expulsar de manera violenta burbujas de gas que, de golpear la Tierra, harían fallar todos los sistemas electrónicos, como ocurrió hace 150 años
¿Qué consecuencias tendría un evento Carrington en la actualidad como el sucedido en 1859?
Aunque no lo parezca desde la Tierra, la superficie del Sol es un lugar muy agitado. Como todas las estrellas, la nuestra está compuesta por gases cargados de energía que generan poderosos campos magnéticos. Debido al movimiento de estos gases, dichos campos se retuercen ... generando una gran actividad en la superficie. Una actividad que, en ocasiones, se traduce en 'monstruosas' erupciones que pueden suponer un gran peligro para la Tierra.
Una eyección solar alcanzará la Tierra este jueves: ¿alterará las comunicaciones?
El Sol lanzó el 15 de julio una espectacular eyección de plasma que se dirige hacia nuestro planeta
Se ha hecho popular en redes la imagen de una 'cascada de plasma' de 100.000 kilómetros de altura que se eleva desde la superficie del sol. El destello, denominado científicamente prominencia de la corona polar, fue fotografiado por el astrónomo Eduardo Schaberger Poupeau, residente en Argentina, y el pasado diez de marzo la compartió con toda la comunidad en su cuenta de Instagram.
Esta suerte de erupciones solares no son otra cosa que grandes masas de gas extendiéndose por encima de la superficie del sol. Ocurren cerca de los polos, donde el plasma tiende a ser más frío y menos turbulento. En ocasiones, se pueden acumular áreas de fuerte magnetismo que aumentan la densidad del plasma y modifican su brillo. Si este fuerte campo magnético colisiona con otro, el material es liberado hacia afuera creando una 'cascada de plasma'.
La explosión fotografiada por Pompeau, que duró siete minutos, se elevó alrededor de 100.000 kilómetros sobre la superficie del sol antes de ser arrastrada hacia abajo por el alcance magnético de la estrella. Para hacerse una idea del tamaño de la prominencia, ésta sería capaz de engullir hasta ocho veces la Tierra de encontrarse en su camino.
Peligro para la Tierra
En extraños casos, las fuerzas magnéticas pueden volverse tan fuertes que el plasma caliente sale disparado del sol hacia el espacio, en lo que se conoce como eyección de masa coronal. Los expertos advierten que si una de estas columnas de plasma golpeara la Tierra, dejaría fuera de servicio los equipos electrónicos de todo el planeta.
Esto último ocurrió ya en 1859 cuando los sistemas de telégrafo a nivel mundial fallaron de manera catastrófica y se pudo ver la aurora boreal a plena luz del día en latitudes muy cercanas al ecuador. Algunos operadores en ese momento reportaron recibir descargas eléctricas de sus equipos e incendiarse el papel del telégrafo.
También la eyección de plasma fotografiada por Poupeau tuvo sus consecuencias en la Tierra. Ocurrida entre las 13.00 horas y las 15.00 del 3 de marzo, fue tan poderosa que dejó fuera de servicio la radio de onda corta, tanto FM como AM, en América del Norte y del Sur durante unos minutos.
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