Palma, 14 feb (EFE).- Desde reproducir una canción hasta detectar una enfermedad: la inteligencia artificial (IA) contribuye hoy en día a infinidad de acciones, pero está afectada por sesgos que pueden corregirse y entrenarse con datos, explican expertos de la Universidad de las Islas Baleares ( ... UIB). Concienciar sobre las desigualdades que la IA puede generar con estos sesgos es uno de los retos del proyecto Charlie, una iniciativa que fomenta la ética en el aprendizaje automático, liderada por el Instituto de Investigación e Innovación Educativa (IRIE) de la UIB y financiada a través del programa europeo Erasmus+, presentada este viernes en la universidad balear. DECLARACIONES DEL INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD ILLES BALEARS, RUBÉN COMAS IMÁGEN: MIGUEL ÁNGEL BORRÁS
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