Encuentran, por primera vez, agua en la superficie de asteroides
El hallazgo ayudará a averiguar cómo llegó el agua a la Tierra y dará pistas sobre dónde buscar vida en otros sistemas solares
¿Asteroides que aceleran? Un nuevo tipo de objetos en el Sistema Solar podría revelar el secreto de Oumuamua
La ilustración, junto al avión en el que estaba instalado el observatorio SOFIA, muestra uno de los dos asteroides en cuya superficie se ha encontrado agua
Utilizando datos del ya retirado Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA), un telescopio de 2,5 metros instalado en un Boeing 747 modificado, un equipo de investigadores del Southwest Research Institute ha conseguido, por primera vez, detectar moléculas de agua en la superficie de dos ... asteroides.
Durante su investigación, publicada en 'The Planetary Science Journal' los científicos observaron cuatro rocas ricas en silicatos y consiguieron, en dos de ellas, aislar las inconfundibles firmas espectrales del agua molecular.
«Los asteroides son restos del proceso de formación planetaria -explica Anicia Arredondo, autora principal del artículo-, por lo que sus composiciones varían dependiendo de dónde se formaron en la nebulosa solar. De particular interés es la distribución del agua en los asteroides, porque puede arrojar luz sobre cómo llegó el agua a la Tierra».
La distribución del agua
Los asteroides 'anhidros', o secos, nacen cerca del Sol, mientras que los que contienen hielo, y por tanto agua, suelen formarse más lejos de nuestra estrella. Comprender la ubicación de los asteroides y sus composiciones nos dice cómo se distribuyeron y evolucionaron los materiales de la nebulosa solar desde el mismo momento de su formación. Y conocer la distribución del agua aquí, en nuestro propio sistema, proporcionará valiosa información sobre cómo este elemento esencial para la vida se distribuye alrededor de otras estrellas. El hallazgo, por lo tanto, nos indicará dónde buscar signos de vida, tanto en el Sistema Solar como más allá de sus fronteras.
«Detectamos una característica que se atribuye inequívocamente al agua molecular en los asteroides Iris y Massalia -asegura Arredondo-. Basamos nuestra investigación en el éxito del equipo que encontró agua molecular en la superficie de la Luna iluminada por el Sol. Y pensamos que podríamos utilizar SOFIA para encontrar esa misma firma espectral también en otros cuerpos celestes».
Igual que en la Luna
En octubre de 2020, los instrumentos de SOFIA permitieron detectar moléculas de agua en uno de los cráteres más grandes del hemisferio sur de la Luna. Observaciones anteriores, tanto de la Luna como de asteroides, habían detectado alguna forma de hidrógeno, aunque nunca pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico más cercano, el hidroxilo. Pero en 2020 los científicos lograron detectar aproximadamente el equivalente a una botella de de agua (355 ml), atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar. Un agua que estaba, además, químicamente unida a minerales.
«La abundancia de agua en los asteroides -prosigue la investigadora- es consistente con la de la Luna iluminada por el Sol. Del mismo modo, en los asteroides, el agua también puede unirse a minerales, ser absorbida por silicatos y quedar atrapada o disuelta en vidrio de impacto de silicato».
De los cuatro asteroides estudiados, los datos de los dos más débiles, Parthenope y Melpómene, resultaron ser demasiado 'ruidosos' para obtener conclusiones definitivas. Algo que, sin embargo, sí que se consiguió con Iris y Massalia. Tras estos hallazgos, el equipo ha solicitado tiempo de uso del mejor telescopio de infrarrojos construido hasta ahora, el James Webb, para investigar más objetivos.
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«Ya hemos realizado mediciones iniciales de otros dos asteroides con el Webb durante su segundo ciclo de actividad -dice Arredondo-. Y ahora tenemos otra propuesta para el próximo ciclo para analizar otros 30 objetivos. Estos estudios aumentarán nuestra comprensión de la distribución del agua en el sistema solar».
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