Hallan por azar los restos de una mujer y dos niños neandertales en el almacén de un museo de Barcelona

Las piezas, de al menos 50.000 años de antigüedad, proceden de Cova de Simanya y pueden ayudar a entender la historia de estos homínidos

Neandertales y sapiens coexistieron en el norte de España

Detalle de un diente neandertal recuperado de Cova Simanya Juan I. Morales / IPHES-CERCA

A veces, los mayores tesoros de la paleoantropología no se encuentran en las excavaciones o los yacimientos, sino que guardan su turno para ver la luz ocultos en los cajones del almacén de un museo. Es el caso de unos restos de homínidos recuperados a ... finales de los años 70 en Cova Simanya (Sant Llorenç Savall, Barcelona) y conservados en el Museo de Arqueología de Cataluña (MAC). Más de cuarenta años después, redescubiertos de forma accidental, han sido identificados por los investigadores como pertenecientes al menos a tres individuos neandertales: una mujer, un adolescente de unos 11 o 12 años y un niño de 7 u 8.

El equipo, dirigido por Juan Ignacio Morales, del Instituto Catalán de de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), volvió al yacimiento y encontró nuevos materiales neandertales. En total, un conjunto de 54 piezas de más de 50.000 años de antigüedad, uno de los más relevantes de la Península Ibérica. «Ha sido un descubrimiento de gabinete», reconoce Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y coautor del estudio que este martes se publica en la revista 'Frontiers in Earth Science'.

De los tres individuos, la mujer es la mejor representada. De ella se conserva «un húmero completo y parte del otro húmero, una mano con casi todas las falanges y metacarpos, fragmentos de costilla, del pie... Hay una especie de esqueleto salpicado», explica Rosas. Otro conjunto de grandes dientes, también de un adulto, podrían pertenecer a esta neandertal o a un cuarto individuo, una cuestión que aún no está resuelta. Del adolescente solo se preservan dos dientes y del más pequeño, una falange y restos de la primera vértebra, el atlas.

Este último hallazgo es especialmente interesante para los investigadores. «El patrón de crecimiento de los neandertales y los sapiens es igual en todo el esqueleto, salvo algunas excepciones, que precisamente están en la osificación de la columna vertebral, incluidos el atlas y las vértebras torácicas», recuerda el paleoantropólogo. «Y este individuo tiene una edad clave para determinar la pauta de fusión de los elementos que constituyen el atlas. Es decir, contribuirá a identificar esas diferencias en el patrón de crecimiento entre las dos especies», añade.

Historia evolutiva

Pero, ¿estaban emparentados estos tres individuos? «Han aparecido en un mismo lugar y en una cueva donde no hay una gran desarrollo estratigráfico, por lo que cabe sospechar que estos individuos no están muy alejados en el tiempo. Podemos decir que estaban relacionados como una licencia poética, pero es especulativo; en rigor no tenemos datos», señala el investigador. Posiblemente vivían en un grupo reducido de cazadores-recolectores con escasa conexión con otros grupos, como se cree era habitual en estos homínidos, especialmente en sus últimos tiempos.

Representación de los tres individuos de la Covq Simanya Ana Lombao

La datación, lograda por radiocarbono, señala que estos neandertales vivieron hace más de 50.000 años, por lo que son unos diez mil años más antiguos que los últimos que ocuparon la península. Actualmente se están llevando a cabo técnicas de datación alternativas que deberían permitir determinar la antigüedad de los restos con una mejor precisión.

En un futuro, los investigadores esperan que estos restos ayuden a entender la historia evolutiva de los neandertales. Cómo, en sus 250.000 años de existencia, las poblaciones se fueron diferenciando y ocupando sucesivamente distintos ecosistemas y territorios.

Refugio de osos

Las herramientas de piedra recuperadas, los huesos de animales procesados por los neandertales y las hogueras documentadas sugieren que la Cova Simanya fue un enclave significativo para las poblaciones del Paleolítico medio. La proximidad de la cueva con otros yacimientos arqueológicos del Paleolítico medio como las Coves del Toll (Moià), el Abric Romaní (Capellades) o la Cova Gran de Collbató, evidencia que la Cataluña central fue un territorio clave para las actividades y asentamientos de los neandertales durante el Pleistoceno superior.

Los trabajos de campo han permitido constatar que el lugar también sirvió de refugio de hibernación tanto para el oso pardo como para el oso de las cavernas; un uso que se prolongó como mínimo hasta hace 42.000 años.

En las próximas campañas de excavación, el equipo de investigación tiene previsto continuar con los trabajos en el complejo kárstico de Simanya, incluyendo la Cova del Triangle y la Cova de la Canal, situadas a escasos 50 metros, con el objetivo de conocer con más profundidad el poblamiento prehistórico en este territorio clave.

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