Resuelven, después de 130 años, el misterio del animal que no encajaba en ninguna parte
La extraña criatura está relacionada con los primeros vertebrados que abandonaron el mar para vivir en tierra
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Iniciar sesiónDesde que sus restos fósiles fueron encontrados por primera vez en Escocia en 1890, Paleospondylus gunni ha desconcertado sistemáticamente a generaciones enteras de científicos. De forma alargada, similar a la de una anguila, este pez de apenas 5 centímetros que vivió hace 390 ... millones de años ha resultado, en efecto, imposible de clasificar.
Ahora, y gracias a una nueva y poderosa tecnología de rayos X, un equipo internacional de investigadores ha conseguido escanear el cráneo fosilizado de la extraña criatura, literalmente aplastado bajo capas y capas de sedimentos de hasta casi 400 millones de años de antigüedad. En un artículo recién publicado en ' Nature ', los científicos afirman tener suficiente evidencia para sugerir que Paleospondylus estaba estrechamente relacionado con los primeros animales que abandonaron los océanos para convertirse en vertebrados terrestres. Todos los vertebrados con cuatro extremidades, en efecto, incluidos los humanos, descendemos de aquellos primeros organismos que decidieron abandonar el mar para empezar a vivir en tierra firme.
Según ha explicado a la revista Cosmos Yuhzi Hu , coautora del estudio, los fósiles de la criatura, aunque abundantes, han resultado siempre muy difíciles de estudiar debido a su pequeño tamaño y a su mal estado. «Colocar este espécimen en el árbol evolutivo -dice la investigadora, ha sido bastante difícil desde que se descubrió el primero en 1890. Es una cuestión que no ha podido responderse en más de cien años».
Un mundo diferente
Palaeospondylus vivió en un mundo muy diferente al nuestro, en el periodo Devónico (entre hace 420 y 359 millones de años), conocido como la 'era de los peces' y durante buena parte del cual la inmensa mayoría de la vida se desarrollaba en los mares, con enormes artrópodos (arañas y escorpiones) dominando las tierras emergidas. Fue entonces cuando surgieron las primeras plantas vasculares, y se sabe que el Devónico tardío fue especialmente cálido y húmedo, con grandes bosques que no estaban formados por árboles, sino por musgos gigantes. Solo al final de este periodo empezaron a evolucionar las primeras plantas con raíces, hojas y semillas.
La vida prosperaba entonces en los arrecifes de corales y algas rojas, y en los mares se produjo una rápida diversificación de los peces vertebrados. Rodeados de placodermos, peces con armadura y sin mandíbula, aparecieron los primeros peces con mandíbula y con aletas lobuladas. Peces que, según explica Hu, «eventualmente dieron lugar a los primeros tetrápodos justo antes del final del Devónico». Con sus aletas convirtiéndose poco a poco en patas capaces de moverse en tierra, los tetrápodos fueron los primeros vertebrados de cuatro extremidades que abandonaron el mar para poblar los continentes.
En sus escaneos de Palaeospondylus, Hu y sus colegas hallaron tres pequeños canales semicirculares, típicos del oído interno de los vertebrados con mandíbula. Lo cual, explica la investigadora, «resuelve un problema que los estudios anteriores no habían logrado identificar». Hasta ahora, en efecto, se creía que el animal estaba relacionado con vertebrados primitivos sin mandíbula. Pero el nuevo análisis sitúa a Palaeospondylus entre los tetrapodomorfos. Es decir, que estaba más estrechamente relacionado con los tetrápodos con extremidades que con otras formas conocidas de tetrápodos que aún conservaban sus aletas.
Según Hu, el aspecto más emocionante del estudio es «la oportunidad de proponer su posición evolutiva y poder identificar los límites del esqueleto craneal. Esa es realmente la clave para nosotros». Algo que fue posible gracias a la aplicación de tecnologías que hasta hace poco no estaban disponibles para los científicos. Literalmente, hasta ahora el cráneo se confundía con las rocas en las que estaba aprisionado.
A pesar de que aún falta mucho para entender qué era exactamente Paleospondylus gunni, los investigadores creen que están «un paso más cerca» de la respuesta. Una respuesta que nos llevará a hacernos una mejor idea de cómo fue la transición de los vertebrados del agua a la tierra , un paso sin el que, sin duda, ninguno de nosotros estaríamos aquí.
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