¿Quieres saber qué tiempo va a hacer?

Los cambios meteorológicos afectan a nuestra vida, aunque cada vez es menos frecuente que nos preocupemos por esto. Los avances tecnológicos han hecho posible que los viajes se realicen igualmente sin depender de las condiciones meteorológicas pero en la antigüedad cada uno de los viajes que se emprendían tenía muchos contratiempos meteorológicos, sobre todo aquellos que se realizaban por mar. Para intentar adivinar qué iba a suceder y cómo podía cambiar el tiempo, en el siglo XIX se desarrolló el pronosticador de tormentas. De este modo se podría vaticinar si el tiempo iba a ser soleado, con lluvia, niebla…

El pronosticador de tormentas consiste en un recipiente sellado de vidrio, relleno de un líquido (mezclado con varios compuestos) que permite pronosticar los cambios en las condiciones meteorológicas, observando la apariencia que va adoptando el citado líquido, más o menos turbio, presencia o no de escamas o estructuras filamentosas, indican si habrá cielos azules y ambiente soleado, se nublará, lloverá, niebla o incluso nieve.