El Pollo maravilla, la primera ave moderna conocida

El fósil del Pollo maravilla no dice gran cosa a primera vista. Solo unos pequeños fragmentos de hueso de una pata salen de un pedazo de roca del tamaño de una baraja de cartas. Pero eso fue suficiente para atraer el interés de los investigadores, dirigidos por la Universidad de Cambridge, ya que los fósiles de aves de esa antigüedad son muy raros.

Los científicos utilizaron tomografías computarizadas de rayos X de alta resolución para ver qué escondía la roca en su interior. Y lo que vieron, a solo un milímetro de la superficie, fue "el hallazgo de toda una vida": un cráneo de ave de 66,7 millones de años casi completo.

"Fue el momento más emocionante de mi carrera científica", reconoce Daniel Field, del Departamento de Ciencias de la Tierra en Cambridge y responsable de la investigación. No podía creerse lo bien conservado que estaba el cráneo. "Casi tuvimos que pellizcarnos cuando lo vimos", asegura. Lo mismo le ocurrió a su colega Juan Benito, también de Cambridge: "Me quedé boquiabierto", afirma. Ambos admiten que el hallazgo no habría sido posible sin las nuevas tecnologías que permiten estos escaneos de vanguardia.

El cráneo, a pesar de su antigüedad, es claramente reconocible como el de un ave moderna. Combina muchas características comunes al grupo que incluye pollos y patos vivos, llamado Galloanserae . Field describe el cráneo como una especie de mezcla de pollo y pato , de aves terrestres y acuáticas. El pico recuerda al de la aves terrestres modernas.

El nombre científico del Pollo maravilla es algo más elegante: Asteriornis mastrichtensis . Se refiere a Asteria , la diosa griega de las estrellas fugaces que se convierte en una codorniz, lo que refleja tanto el inminente impacto del asteroide del Cretácico como la semejanza del ejemplar con las aves de corral. Los autores estiman que el animal pesaba poco menos de 400 gramos y tenía unas patas bastante largas. Su pequeño tamaño, junto a su procedencia de sedimentos marinos, indican que pudo haber medoreado la costa. En la época en la que vivía, partes de Bélgica estaban cubiertas por un mar poco profundo y la condiciones eran similares a las playas tropicales modernas como las Bahamas. Entonces, los reptiles marinos gigantes nadaban en los océanos y el Tiranosaurio rex habitaba en la tierra.

Como explica Kevin Padian, del departamento de Biología Integrativa de la Universidad de California, en un artículo que acompaña al estudio en "Nature", la mayoría de las narraciones científicas sobre la evolución de las aves comienza con el pionero y famoso arqueópterix , hallado en lo que hoy es Alemania. Fue el primero en echarse a volar en el Jurásico tardío, hace unos 150 millones de años, y era un ave en el sentido amplio del término, ya que estaba cubierto de plumas y agitaba las alas. Sin embargo, está lejos de tener las características necesarias para agruparlo con las aves que viven actualmente.

Las aves vivientes son extraordinariamente diversas, con más de 10.000 especies, todas miembros de lo que se llama el grupo corona, desde avestruces a gaviotas, pinzones, pájaros carpinteros o cuervos. Sin embargo, sus orígenes están envueltos en misterio por las escasas evidencias fósiles hasta después del impacto del asteroide en el Yucatán. Por eso, este fósil "proporciona nuestro primer vistazo directo de cómo eran las aves modernas durante las etapas iniciales de su historia evolutiva", dice Albert Chen, coautor del estudio. El hecho de que el fósil de Asteriornis fuera encontrado en Europa también lo hace extraordinario, ya que el registro fósil de aves en el Cretácico tardío en el continente es extremadamente escaso. Además, se trata de la primera ave moderna de la era de los dinosaurios que se encuentra en el hemisferio norte.

Los investigadores esperan que el hallazgo marque un nueva era que ayude a aclarar cómo, cuándo y dónde evolucionaron las aves modernas.