No son estrellas, son 25.000 agujeros negros
Una novedosa técnica permite observar en una fotografía los agujeros negros supermasivos que hay en los centros de las galaxias

Un equipo internacional de astrónomos acaba de presentar un mapa del cielo muy diferente a los demás. Observe bien la fotografía que aparece sobre estas líneas. Parecen estrellas, pero en realidad lo que se ve son 25.000 agujeros negros supermasivos . El mapa, ... publicado en el último número de '', es el más detallado que existe en el rango de las frecuencias de radio bajas. Para conseguirlo, los astrónomos utilizaron 52 estaciones equipadas con antenas de baja frecuencia (Todas ellas de la red de radiotelescopios LOFAR, Low Frequency ARray), distribuidas en nueve países europeos diferentes. En la actualidad, LOFAR es la única red de radiotelescopios capaz de obtener imágenes profundas y de alta resolución a frecuencias inferiores a 100 megahercios, haciendo posible una vista única del cielo.

Para los inexpertos, el mapa celeste parece contener miles de estrellas, aunque en realidad lo que se ve son agujeros negros supermasivos ubicados en los centros de galaxias distantes y diferentes. Las emisiones captadas por los instrumentos son producidas por la materia capturada por esos ' monstruos espaciales ', que gira a enorme velocidad alrededor de los agujeros negros antes de caer para siempre en ellos.
Para Francesco de Gasperin, de la Universidad alemana de Hamburgo y director del estudio, el mapa «es el resultado de muchos años de trabajo con datos increíblemente difíciles. Tuvimos que inventar nuevos métodos para convertir las señales de radio en imágenes del cielo».
Una observación difícil
Las observaciones de radio a grandes longitudes de onda resultan complicadas, en buena parte, a causa de la ionosfera que rodea la Tierra. Se trata de una capa de electrones libres que, juntos, actúan como una lente turbia que se mueve constantemente a través del radiotelescopio. En palabras de Reinout van Weeren , del Observatorio de Leiden y coautor del estudio, «es algo similar a cuando quieres ver el mundo mientras estás sumergido en una piscina. Cuando miras hacia arriba, las olas en el agua de la piscina desvían los rayos de luz y distorsionan la visión».
El nuevo mapa de agujeros negros se creó combinando 256 horas de observacionae del cielo del hemisferio norte. Los investigadores utilizaron computadoras equipadas con nuevos algoritmos capaces de corregir los efectos de la ionosfera cada cuatro segundos. «Después de muchos años de desarrollo de software -dice por su parte Huub Röttgering , director del Observatorio de Leiden y otro de los firmantes del artículo- es maravilloso ver que esto realmente ha funcionado».
En estos momentos, el mapa abarca solo el 4% de la mitad norte del cielo. Pero los astrónomos ya planean continuar con su trabajo hasta cartografiar todo el cielo del hemisferio norte. Además de los agujeros negros supermasivos, el mapa también contiene información sobre la estructura a gran escala del Universo.
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