Las muestras del asteroide Ryugu contienen hasta 20 aminoácidos diferentes, los ladrillos de la vida
Los resultados del análisis de las muestras del asteroide traídas a la Tierra hace pensar que la vida podría ser mucho más común en el Universo de lo que creemos
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Iniciar sesiónEl 27 de junio de 2018 y tras un viaje de cuatro años y más de 320 millones de km, la nave japonesa Hayabusa 2 llegó hasta el asteroide Ryugu . Tres meses después, la sonda liberó con éxito dos pequeños rovers sobre ... la superficie de la roca, que tiene la forma de un diamante y casi 900 metros de diámetro, y en febrero de 2019 aterrizó ella misma para recoger las muestras. En total 5,4 gramos de material tanto de la superficie como del subsuelo fueron extraídos del asteroide, guardados en una cápsula estanca y lanzados de regreso a la Tierra, donde finalmente llegaron el 5 de diciembre de 2020.
Desde entonces, los investigadores han estado analizando esas muestras, y ahora acaban de anunciar que han encontrado en ellas más de 20 aminoácidos. Es la primera vez que se encuentran los componentes básicos de la vida en un asteroide en el espacio.
A diferencia de otros asteroides, Ryugu no es una gran roca sólida, sino que está formada por numerosas rocas más pequeñas, que básicamente permanecen juntas debido a la gravedad. Los científicos creen que su forma característica, similar a una peonza, se debe a su rápida rotación. Entre las distintas clases de asteroides conocidos, Ryugu es un asteroide carbonáceo, o de tipo C, y contiene una gran cantidad de materia orgánica rica en carbono, nacida a partir de la misma nebulosa que dio lugar al Sol y a los planetas de nuestro sistema hace unos 4.600 millones de años.
"El material del que está hecho Ryugu es el más primitivo del sistema solar que jamás hayamos estudiado", afirmó Hisayoshi Yurimoto, líder del equipo de análisis químico de Hayabusa 2, al describir los hallazgos durante la Conferencia de Ciencias Planetarias y Lunares el pasado mes de marzo.
A diferencia de las moléculas orgánicas que se encuentran en la Tierra, las muestras de asteroides, de un color negro intenso que apenas refleja entre el 2 y el 3% de la luz que reciben, no han sido modificadas por las interacciones con el entorno del planeta, lo que hace que su composición química sea mucho más parecida a la del sistema solar primitivo.
"Detectamos varios compuestos orgánicos prebióticos en las muestras, incluidos aminoácidos proteinogénicos, hidrocarburos aromáticos policíclicos similares al petróleo terrestre y varios compuestos de nitrógeno", explicó por su parte Hiroshi Naraoka, científico planetario de la Universidad de Kyushu y líder del equipo que buscó materia orgánica en las muestras. "Estas moléculas orgánicas prebióticas pueden propagarse por todo el Sistema Solar, potencialmente como polvo interplanetario de la superficie de Ruygu por impacto u otras causas".
Requisito para la vida
En un primer momento el análisis de muestras sólo detectó 10 tipos de aminoácidos, pero ahora el número se ha disparado a más de 20, según el Ministerio de Educación de Japón. Los aminoácidos son los 'ladrillos' fundamentales de todas las proteínas y son requisitos previos indispensables para la existencia de vida en nuestro planeta. Un estudio de 2019 en la revista 'Geochimica et Cosmochimica Acta' encontró moléculas orgánicas procedentes del espacio en un grupo de rocas de 3.300 millones de años descubiertas en Sudáfrica, lo que plantea la posibilidad de que algunas, o puede que todas estas moléculas que construyen la vida llegaron a la Tierra a bordo de cometas y asteroides. Los hallazgos de Ryugu hacen que la evidencia de que los asteroides sean los vehículos que transportan estas moléculas a través del espacio sea aún más fuerte.
Demostrar que existen aminoácidos en el subsuelo de los asteroides aumenta la probabilidad de que esos compuestos lleguen a la Tierra desde el espacio. Y eso implica que es probable que esos mismos aminoácidos se encuentren en también otros planetas y satélites, una pista de que la vida podría haber surgido en más lugares del universo de lo que se pensaba.
Ahora, los investigadores siguen analizando las muestras de Ryugu, y pronto estarán disponibles más datos sobre la formación del asteroide y su composición. A los datos que encuentren, además, habrá que añadir también los que la misión OSIRIS-REX de la NASA traiga a la Tierra en 2023 tras su encuentro con otro asteroide, Bennu . Si los resultados se repiten, será una pista importante para averiguar cómo surgió la vida en el Sistema Solar.
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