Luis Enjuanes: «Poder hacer nuestra propia vacuna en España es una necesidad de seguridad nacional»
El investigador, uno de los mayores expertos en coronavirus del mundo, dirige un laboratorio donde se desarrolla un candidato a vacuna frente al SARS-CoV-2 y se prueba un posible tratamiento basado en la aplidina
Comenta cómo será el proceso del desarrollo de la vacuna y la importancia de que el país mejore su capacidad para responder a esta y futuras epidemias

Luis Enjuanes (Valencia, 1945) es el investigador principal del laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Se formó en el laboratorio de Eladio Viñuela y Margarita Salas, es uno de los virólogos españoles más citados por sus colegas y toda ... una referencia mundial en el campo de los coronavirus, con más de 200 publicaciones y 10 patentes a sus espaldas. Entre otras cosas, su laboratorio es célebre por haber sido el primero en desarrollar un sistema de genética reversa en coronavirus, con múltiples aplicaciones a la investigación de la biología de estos patógenos y para el desarrollo de vacunas .
En una entrevista publicada por la Sociedad Española de Virología (SEV) en 2017, dijo que se dedica a la virología porque los virus «trabajan de una forma precisa y reproducible». Su experiencia con los macrófagos, unas células del sistema inmune, le llevaron a iniciar una línea de investigación en coronavirus en 1980 , por entonces importantes como patógenos de animales, pero las epidemias de 2003 (SARS) y 2012 (MERS) les hicieron relevantes para la salud humana. En 2017 dijo que, de poder volver atrás, le hubiera gustado dedicarse a la virología pero centrándose en un problema médico relevante en salud humana desde el inicio. Seguramente no podía aventurar lo que estaba por ocurrir a partir de diciembre de 2019: toda una pandemia provocada por un coronavirus.
En aquella entrevista publicada en 2017 criticó el cortoplacismo de la política científica: « Los gobiernos españoles aún no creen en la relevancia de la investigación científica para el progreso ». Además, subrayó que la ciencia se cuece a fuego lento: «Crear nuevos bosques lleva mucho tiempo». Quizás precisamente gracias a 40 años de dedicación, en estos momentos el laboratorio que dirige investiga un candidato a vacuna para el SARS-CoV-2 , la eficacia de un posible tratamiento basado en la aplidina y en el papel de los anticuerpos como agente con el que evitar la enfermedad causada por los coronavirus. A través de teléfono, comenta algunos de los últimos avances y defiende la necesidad de que España tenga capacidad para fabricar su propia vacuna. De nuevo, el cortoplacismo puede pasar factura.

-¿Qué sensación tiene ante cómo se está realizando el desconfinamiento?
Como es lógico, el gobierno está tratando de organizarlo para que se haga muy poco a poco, con un alto nivel de cultura médica, adoptando muchas precauciones. Yo soy de los que piensa que lo ideal sería que a los trabajadores que se reincorporan a sus compañías se les hiciera tests de PCR para detectar la presencia o ausencia de virus. Lo podría pagar el gobierno y las compañías y sería una forma de asegurar la salud del personal.
-La compañía Moderna anunció los primeros resultados positivos en un candidato a vacuna en humanos al principio de esta semana pero usted dijo que no había que echar las campanas al vuelo...
Sí, pero he de rectificar. Al principio hubo confusión con los resultados que lograron. Aunque sus ensayos de fase I no han terminado, el comentario que se debe hacer es que los resultados son muy prometedores : 47 personas a las que vacunaron produjeron anticuerpos y al revacunar a ocho de estos dieron anticuerpos neutralizantes.
«Los resultados de Moderna son muy prometedores»
-¿Por qué es importante que produjeran anticuerpos neutralizantes?
Observar anticuerpos neutralizantes es un muy buen resultado, porque indica que el título –su concentración– es bastante alto y que cuando una persona los tiene el virus queda fulminado, neutralizado.
-Quizás veamos muchos anuncios triunfalistas próximamente. Muchas empresas e instituciones quieren ser las primeras en lograr una vacuna y en anunciar buenos resultados, ¿no?
Sí. Hay que tener en cuenta es que una forma de disputarse el mercado y las inversiones es dando buenas noticias. Después de anunciar estos resultados el valor de las acciones de Moderna se multiplicaron por cuatro. Pero hay una tendencia a manipularlos, como ocurrió con el remdesivir –un potencial tratamiento para la COVID-19–: los chinos decían que no servía para nada mientras que los estadounidenses decían lo contrario, precisamente porque la compañía que lo investigaba era de Estados Unidos.
«Una forma de disputarse el mercado y las inversiones es dando buenas noticias»
-No parece un indicio muy halagüeño sobre cómo va a ser el mercado internacional cuando la vacuna esté lista...
Sí, va a ser un asunto complejo. Habrá tres o cuatro vacunas, cada una con sus ventajas e inconvenientes. Los ensayos clínicos de fase I, II y III serán los que digan qué eficacia tendrán, pero habrá que esperar más tiempo para poder saber cuáles serán los efectos secundarios. Ahora esta etapa se quiere acortar a un año, por lo que solo sabremos que son seguras hasta un año después de haber sido administradas.
-Los laboratorios científicos que están publicando resultados estos días de sus candidatos a vacuna tienen muchos medios económicos. ¿Por qué España no puede competir a este nivel?
España está bien situada en las primeras fases de desarrollo de una vacuna, que se realizan en el laboratorio y en las que se hace una prueba de concepto en modelos animales: tenemos muchos laboratorios y muchos grandes científicos en centros oficiales y universidades.
«España está bien situada en las primeras fases de desarrollo de una vacuna»
Eso es menos costoso que la siguiente fase, que es el desarrollo. Una vez que se demuestra la eficacia de la vacuna en el laboratorio hay que producirla en cantidades muy grandes para hacer pruebas en ensayos clínicos, en humanos, y es ahí donde España se queda más corta. Creo que esta es una de las cosas que más nos diferencia de países fuertes , con una gran tradición en investigación y desarrollo, como Alemania, Estados Unidos o Gran Bretaña.
-Es decir, ¿no tenemos capacidad para fabricar vacunas?
Sí que la hay. En España están algunos de los laboratorios más grandes de Europa, pero se dedican a la producción de vacunas veterinarias. Sin embargo, tienen la experiencia y las instalaciones para reconvertirse y dedicarse a la producción de vacunas para humanos.
«En España están algunos de los laboratorios más grandes de Europa, pero se dedican a la producción de vacunas veterinarias»

-¿Faltaría algo más?
Después del desarrollo viene la fase III, de comercialización de la vacuna, que es con diferencia la etapa más cara de todas. Tanto que requiere del apoyo de una multinacional fuerte, con muchos recursos económicos. Durante esta etapa se imparten conferencias, se hace publicidad y se convence a médicos y al público en general sobre una vacuna. Estas multinacionales también sufragan los gastos de los ensayos clínicos y cuentan con las grandes instalaciones necesarias para ampliar la producción. Las compañías españolas que son competentes no tienen estos recursos.
-¿Qué se puede hacer?
En una reciente reunión el investigador Vicente Rubio –del Instituto de Biomedicina de Valencia, IBV-CSIC– comentó que en su instituto se trabaja en vender las invenciones más avanzadas a multinacionales para que puedan seguir desarrollándolas. En realidad la investigación básica solo puede llegar hasta un cierto nivel, a partir del cual tiene que colaborar con compañías fuertes.
«Necesitamos un sistema de defensa biosanitario, para que en caso de necesidad en España podamos hacer nuestras propias vacunas»
Eso es lo que hay que aprovechar bien en España. Hace falta apoyo por parte del estado y de inversores privados para ayudar a que las compañías que lo están haciendo bien se desarrollen más. En otros países resulta más fácil que los inversores arriesguen más, pero aquí los inversores buscan cosas ya hechas y más seguras. Pero necesitamos un sistema de defensa biosanitario, para que en caso de necesidad en España podamos hacer nuestras propias vacunas.
-¿Es importante que produzcamos nuestra propia vacuna en España?
Yo creo que sí, poder hacer nuestra propia vacuna es un asunto de seguridad nacional. Necesitamos tener al menos un laboratorio o una empresa con capacidad para hacer vacunas. Estamos en un mundo en el que sabemos con absoluta seguridad que las epidemias ocurren con una periodicidad determinada y que se van a repetir constantemente.
«Al igual que tenemos tanques o aviones de guerra, a dios gracias, es importante tener una fábrica de vacunas»
Ya sean de zika, gripe, coronavirus o chikungunya, sabemos que las epidemias son inevitables. Por eso, por seguridad nacional, al igual que tenemos tanques o aviones de guerra, a dios gracias, es importante tener una fábrica de vacunas que pueda ser activada en caso de necesidad.
-Supongo que si no, en momentos de crisis global se corre el riesgo de quedar desabastecido, como ha pasado con las mascarillas y los respiradores...
Exactamente. Te llegan si sobran, y si no, simplemente no tendrás suficientes respiradores para las UCIs. Como digo, al igual que tenemos tanques, debemos tener una infraestructura sanitaria mínima que esté funcionando a nivel bajo pero que pueda ser activado en poco tiempo si pasa algo. Esperemos que el gobierno esté tomando buena nota, yo creo que sí, para que no pase otra vez lo que ha pasado con las mascarillas, unos productos que son absolutamente simples, y para los que España tiene tecnología de sobra, pero que hemos tenido que traer de países como China.
«Esperemos que el gobierno esté tomando buena nota, yo creo que sí, para que no pase otra vez lo que ha pasado con las mascarillas»
-Creo que tienen previsto hacer los primeros ensayos con su candidato a vacuna en ratones en verano. ¿En qué estado se encuentra el proyecto?
Con la gran ayuda de Sonia Zúñiga hemos conseguido sintetizar virus recombinantes que son funcionales. Llevamos unos días modificándolos para obtener el mismo tipo de vacunas que ya obtuvimos para los coronavirus de SARS y MERS y que dieron una gran protección. Tenemos mucha experiencia y creo que podemos hacerlo muy rápidamente.
-Tengo entendido que su candidato a vacuna se basa en un virus atenuado, una «copia» del virus que no se disemina pero que puede activar una respuesta inmune completa, incluso en mucosas. ¿Qué quiere decir esto?
Sabemos que para inducir una buena inmunidad secretora, o sea, en las mucosas respiratorias, entéricas, vaginales u oculares, lo mejor es que el agente que empleamos para inducir esa inmunidad se amplifique en estas mucosas. ¿Por qué? Porque la inmunidad secretora está muy compartimentalizada: al inmunizar en mucosas respiratorias no consigues inmunizar en las entéricas, y viceversa. Por eso consideramos que los prototipos que tengan esta amplificación local, en el caso del SARS-CoV-2 en mucosas respiratorias, son la mejor estrategia.
-Recientemente han obtenido buenos resultados con un tratamiento experimental, basado en la aplidina, contra SARS 1 en cultivos celulares, ¿no es así?
Entre ayer y hoy –el miércoles de esta semana– hemos acabado los experimentos y le puedo adelantar que los resultados han sido muy positivos, francamente esperanzadores: pronto publicaremos los detalles. Hemos hecho estudios con un virus SARS 1 y estamos preparando experimentos en animales para extender estas observaciones a ratones humanizados –susceptibles a la infección–.
-¿Por qué no han empleado el SARS-CoV-2?
Para no arriesgar innecesariamente y porque tenemos los laboratorios de nivel 3 de bioseguridad muy saturados. Pero ya estamos en condiciones de hacer ensayos de SARS-CoV-2 en cultivos celulares o en hámsters.
-En otra línea de trabajo, también han obtenido resultados positivos con anticuerpos...
Llevamos varios años implicados en un proyecto europeo que busca obtener sistemas de protección, vacunas y anticuerpos monoclonales, contra tres tipos de virus. Con MERS hemos obtenido los mejores resultados: tenemos dos investigaciones que demuestran que anticuerpos neutralizantes obtenidos en el laboratorio dan una protección del 100% en ratones humanizados –susceptibles a la enfermedad– a los que se les somete a un desafío –es decir, que se les inocula el virus–, si se suministran antes de la infección o un día después.
Dado que esto anticuerpos se pueden producir a gran escala, se podría proteger a un paciente incluso suministrándole los anticuerpos después de infectarse.
-Algunos científicos están sugiriendo que los coronavirus causantes de catarro pueden inducir una respuesta que proteja frente a la COVID-19. ¿Qué significa esto?
La inmunidad celular, que no depende de anticuerpos, suele ser más «cross-reactiva» –es decir, la respuesta ante un virus es eficaz en parte frente a otro virus–. Un colega mío, Christian Drosten, dice haber detectado reactividad cruzada basada en linfocitos T, inducida por coronavirs de catarros, y que puede reaccionar con SARS-CoV-2.
De hecho, ha especulado, con cierto soporte experimental, que los linfocitos T activados por infecciones anteriores permiten que algunas personas se infecten pero que no presenten síntomas. Teniendo en cuenta que prácticamente toda la población adulta se ha infectado ya por coronavirus humanos atenuados –los causantes de meros catarros– es una buena noticia, porque muchos se infectarán pero de forma muy leve.
«Como prácticamente toda la población adulta se ha infectado ya por coronavirus humanos atenuados (..) muchos se infectarán pero de forma muy leve»
-Eso significa que no hay tanta gente susceptible y que no todos los infectados saldrían reflejados en estudios de seroprevalencia, ¿no?
Exactamente. Y a medida que la gente se va infectando de forma asintomática, va reactivando la inmunidad que adquierieron con coronavirus atenuados. Así que año a año la población estará más inmunizada y al final seremos bastante resistentes.
-Hay buenas noticias en relación con la inmunidad...
Sí, parece ser que el virus induce una inmunidad, pero todavía hay mucha confusión. Hay casos en los que la respuesta inmune es muy clara y otros en los que no. Según como curse la enfermedad, con síntomas o no, con alta o baja producción de virus, el tipo de inmunidad parece ser bastante diferente. En general parece que quien tiene una patología clara genera una respuesta inmune clara.
-¿De qué puede depender que ocurra una cosa u otra?
De que el virus sea un mutante, del genotipo de la persona infectada, de su historia inmunológica, de las enfermedades que padece, de la edad...
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