El gusano del diablo, capaz de vivir a kilómetro y medio de profundidad

La secuenciación del genoma de este nematodo revela cómo se adapta a condiciones ambientales letales

El gusano del diablo JOHN BRACHT, UNIVERSIDAD AMERICANA

ABC Ciencia

24/11/2019
Actualizado a las 11:24h.

Investigadores de las universidades de Gante (Bélgica) y Princeton (Inglaterra) investigaban la presencia de comunidades de bacterias en unas minas de oro de Sudáfrica cuando descubrieron algo completamente inesperado. A kilómetro y medio de profundidad, donde solo se creía posible la supervivencia de organismos unicelulares, aparecieron unas criaturas complejas que acertaron en llamar el «gusano del diablo» ( Halicephalobus mephisto , en honor a Mefistófeles, un demonio subterráneo de la leyenda medieval alemana Fausto). Los científicos quedaron atónitos. Este diminuto nematodo de medio milímetro de longitud soportaba temperaturas superiores a los 40ºC, la casi ausencia de oxígeno y altas cantidades de metano. En efecto, vive en el infierno y no parece importarle.

Eso fue hace una década. Ahora, los investigadores de la Universidad Americana han secuenciado el genoma de este gusano único. Los resultados, publicados en la revista «Nature Communications» , han proporcionado pistas sobre cómo su organismo se adapta a esas condiciones ambientales letales. Además, según los autores, estos conocimientos podrían ayudar a los humanos a adaptarse a un clima más cálido en el futuro.

El gusano del diablo es el animal que vive a mayor profundidad jamás encontrado y el primero subterráneo con el genoma secuenciado. Este «código de barras» reveló cómo el animal codifica una cantidad inusualmente grande de proteínas de choque térmico conocidas como Hsp70, lo cual es notable porque muchas especies de nematodos cuyos genomas están secuenciados no revelan una cantidad tan grande. Hsp70 es un gen bien estudiado que existe en todas las formas de vida y restaura la salud celular debido al daño por calor.

Copias de genes

Muchos de los genes Hsp70 en el genoma del gusano del diablo eran copias de sí mismos. El genoma también tiene copias adicionales de los genes AIG1, conocidos genes de supervivencia celular en plantas y animales. Se necesitará más investigación, pero John Bracht, profesor asistente de biología en la Universidad Americana que dirigió el proyecto de secuenciación del genoma, cree que la presencia de copias del gen significa la adaptación evolutiva del gusano.

«El gusano del diablo no puede escapar; está bajo tierra», explica Bracht. «No tiene más remedio que adaptarse o morir. Proponemos que cuando un animal no puede escapar del calor intenso, comienza a hacer copias adicionales de estos dos genes para sobrevivir», argumenta.

Al escanear otros genomas, Bracht identificó otros casos en los que las mismas dos familias de genes, Hsp70 y AIG1, se expanden. Los animales que identificó son bivalvos, un grupo de moluscos que incluyen almejas, ostras y mejillones . Están adaptados al calor como el gusano del diablo. Esto sugiere que el patrón identificado en la criatura de Sudáfrica puede extenderse más a otros organismos que no pueden escapar del calor ambiental.

Extraterrestres

Hace casi una década, el gusano del diablo era desconocido. Ahora es un tema de estudio en los laboratorios de ciencias, incluido el de Bracht. Cuando Bracht lo llevó a la universidad, recuerda haber dicho a sus estudiantes que los extraterrestres habían aterrizado. La metáfora no es exagerada. La NASA apoya la investigación del gusano por lo que puede enseñar a los científicos sobre la búsqueda de vida más allá de la Tierra.

«Parte de este trabajo implica la búsqueda de 'biofirmas': pistas químicas estables dejadas por los seres vivos. Nos centramos en una biofirma ubicua de la vida orgánica, el ADN genómico, obtenido de un animal que alguna vez se ha adaptado a un entorno considerado inhabitable para la vida compleja: el subsuelo terrestre profundo», dice Bracht. «Es un trabajo que podría impulsarnos a ampliar la búsqueda de vida extraterrestre a las regiones subterráneas profundas de los exoplanetas 'inhabitables'», añade.