El gran engaño de la Luna de 1835
Un científico inglés se atrevió a anunciar que no estábamos solos en el universo y que nuestro satélite estaba habitado por extravagantes selenitas

Un punto de inflexión en la fascinación por la vida alienígena se produjo en el siglo XVII cuando Galileo Galilei desarrolló el primer telescopio de la historia. Con esta innovación fue posible descubrir manchas oscuras en la luna y abrir una ventana a la ... imaginación.
En agosto de 1835 el periódico 'The Sun' de Nueva York publicó un artículo con este titular: «Grandes descubrimientos astronómicos hechos recientemente por Sir John Herschel en el Cabo de Buena Esperanza».
En el texto se afirmaba que se había observado, a través de un potente telescopio, señales de vida en la Luna. El astrónomo había descubierto «animales lunares», cavernas, palmeras y algún tipo «de metal brillante, que lógicamente se puede concluir que es oro».
El interés del asombroso hallazgo hizo que el rotativo estadounidense publicase la noticia en seis entregas, acompañadas de ilustraciones en las que se podía contemplar ciudades, ríos, cascadas, seres voladores e, incluso, unicornios.
'Fake news' astronómicas
En la cuarta entrega los ávidos lectores descubrieron que los selenitas eran muy similares a los humanos, tenían el cuerpo cubierto de «pelo cobrizo» y estaban dotados de alas similares a las que tienen los murciélagos. Además, y esto quizás era lo verdaderamente sorprendente, habían sido observados en animada conversación, de lo que se podía deducir su racionalidad. Por fin se demostraba que no estábamos solos en el universo.
Como toda buena leyenda que se precie, tenía un pie en la realidad, el astrónomo Herschel se encontraba -desde hacía unos meses- en Capetown (Sudáfrica), enfrascado en la instalación de un observatorio.
Por supuesto, el eminente científico inglés no sabía nada de esta publicación y, además, la noticia tardó en llegar a sus oídos; inicialmente le produjo cierta curiosidad, pero más adelante se tornó en indignación.
Estos artículos han pasado a la historia como 'Great Moon Hoax' (Gran engaño de la luna) y, todo hay que decirlo, fueron tomados, durante un tiempo, muy en serio por un elevado número de los lectores del rotativo.
Del censo alienígena al tamaño de los marcianos
Sobre el tamaño y la agudeza de los alienígenas se ha discutido largo y tendido. A finales del siglo XVIII el filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) llegó a afirmar que la inteligencia de los extraterrestres era proporcional a su distancia del sol, por este motivo, existiría una enorme variabilidad entre los torpes habitantes de Mercurio y los perspicaces pobladores de Saturno.
En 1848 el clérigo y profesor de ciencia escocés Thomas Dick (1774-1857) se aventuró a calcular el número de extraterrestres que habitaban el Sistema Solar. Según sus estimaciones debería haber unos 22 millones de millones de habitantes , de los cuales poco más de 4.000 millones vivirían en la Luna.
Pocos años después de este curioso censo, el ultrajado astrónomo William Herschel (1738-1822), padre de John Herschel, especuló con la posibilidad de que los habitantes de Marte eran de mayor estatura que los humanos. En fin, los caminos inescrutables de la ciencia…

Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.
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