Un año del fondo Covid-19: muy lejos de los niveles de inversión internacional

Por aquel entonces, un total de 1.504 proyectos se presentaron a la convocatoria, si bien consiguieron acceder a estas ayudas solo 129 iniciativas . En un acto de la conmemoración del lanzamiento de estos fondos este lunes, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque , ha explicado que en la asignación de partidas se primaron «las investigaciones relacionadas con las necesidades más acuciantes y las prioridades para hacer frente a la pandemia», aunque después se indicó a las comunidades autónomas los estudios más prometedores que se quedaron fuera de la convocatoria para que a nivel autonómico si se tuvieran en cuenta.

Sin embargo, un año después, y a pesar de que se han ampliado en algunos puntos las ayudas (por ejemplo, se ha aprobado financiación aparte para investigaciones con macacos, paso previo necesario antes de testar las vacunas en humanos), lo cierto es que la inversión española en la lucha científica contra el Covid-19 sigue siendo escasa: en España no se ha conseguido llegar hasta los 30 millones de euros de inversión pública -a la convocatoria del ISCIII, que se dotó con 25,2 millones de euros, se suma la del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC , que obtuvo 4,5 millones para estudiar el nuevo coronavirus y trabajar en el desarrollo de vacunas-; cuando en Italia solo para una vacuna se han invertido casi 100 millones de euros ; en Reino Unido 177 ; o 300 para la vacuna alemana .

Aún así, Duque, acompañado de la directora del ISCIII, Raquel Yotti , ha querido hacer hincapié en que estos fondos Covid-19 han sido aportados de forma paralela al presupuesto que ya se tenía para Ciencia y que «no han afectado al resto de convocatorias». «Estoy muy contento con los resultados y porque, además, hemos demostrado que se puede hacer de una forma más ágil, y con el mismo rigor de antes, la concesión de proyectos científicos», ha afirmado el ministro, añadiendo que espera que esta nueva forma de proceder introduzca reformas «duraderas» y mayor coordinación y agilidad en la selección de proyectos.

Estas declaraciones llegaban después de que muchos equipos científicos levantaran su voz denunciando sus condiciones laborales, en la mayoría de casos de precariedad absoluta . Por ejemplo, las principales investigaciones sobre vacunas españolas se sostienen sobre una treintena de personas, la mayoría de ellas sin contrato fijo, mileuristas y capitaneados por investigadores españoles ad honórem ; es decir, jubilados. Pero la situación es expande a todos los ámbitos de la ciencia y hay quien incluso ha tenido que recurrir al 'crowdfunding' para salvar su laboratorio o a los tribunales para que se reconozcan sus derechos.

«Es urgente tomar las medidas necesarias para evitar la precariedad de los contratos e incrementar el número de especialistas en todas aquellas disciplinas científicas, sociales y de la salud que se requieran para afrontar la actual y futuras crisis para reducir el perjuicio al tejido social y económico de España», afirmaba a ABC Perla Wahnon, presidenta de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce).

Por otro lado, según se ha detallado, la distribución temática de los 129 proyectos financiados es: infección y enfermedad COVID-19, curso clínico y secuelas posteriores (26 estudios); tratamientos para COVID-19 (26 estudios); inmunidad y COVID-19 (19 estudios); mejora del conocimiento del comportamiento del virus (13 estudios); epidemiología de la infección (13 estudios); métodos de identificación del virus (11 estudios); desarrollo de técnicas diagnósticas (7 estudios); desarrollo de vacunas frente al SARS-CoV-2 (7 estudios); infección en mujeres embarazadas (5 estudios); estudio de reservorios animales (1 estudio); y desarrollo de modelos animales para estudios sobre SARS-CoV-2 (1 estudio).