Se cumplen 47 años de la llegada del hombre a la Luna

La misión Apolo XI marcó un hito histórico y dejó numerosas anécdotas que ABC te cuenta en este aniversario

Imagen de la misión Apollo XI AFP

ABC.ES

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El astronauta Neil Armstrong AFP

La verdad sobre la famosa frase de Armstrong al pisar la Luna

MARCELO JUSTO / LONDRES

Desde el «Roma no paga a traidores» que selló la vida de los entregadores del líder lusitano Viriato hasta el « volveré y seré millones » atribuido falsamente a Eva Perón, la historia (y la ficción) están llenas de frases célebres y apócrifas repetidas hasta el hartazgo, aunque su supuesto artífice jamás las haya pronunciado.

El caso del primer hombre que pisó la Luna , Neil Armstrong, es una variante un poco más complicada de estas atribuciones míticas . Durante décadas se discutió si Armstrong había puesto o no un artículo indefinido en su famosa frase «a small step for (a) man, a giant leap for mankind» Un programa que emitido por la BBC ofreció una respuesta definitiva al enigma.

En inglés la ausencia del artículo indeterminado «a» hace pensar que Armstrong se refería a la humanidad en su conjunto (man) mientras que su presencia indicaba que él (a man) estaba dando un pequeño paso físico para pisar la Luna pero que ese paso significaba un gran salto para la humanidad. Armstrong, que murió hace tres meses a los 83 años, siempre sostuvo que él había incluído el bendito artículo indeterminado , aunque llegó a admitir en 1999 que no lo podía escuchar en la grabación, algo que atribuyó a un problema de estática.

Para el mundo las cosas se dividían entre los que pensaban que, llegado el histórico momento aquel 21 de julio de 1969, Armstrong se había puesto nervioso y no había podido pronunciar bien su frase célebre y los que buscaban un sentido oculto en esa «a» ausente que apuntaba a la naturaleza fabulosa del evento. Una segunda rama del debate era si Armstrong tenía la frase preparada o si le surgió espontáneamente, casi regalada por el carácter extraordinario de lo que estaba viviendo, como él mismo había declarado.

Escrita antes de ir a Cabo Cañaveral

El programa de la BBC, que se basa en una serie de entrevistas nuevas y otras poco conocidas con la familia de Armstrong, deja claro que el astronauta tenía preparado lo que iba a decir y que su frase incluía el bendito artículo indeterminado. Dean Armstrong cuenta en el programa que su hermano Neil le había entregado un papel en el que estaba escrita la famosa frase una noche poco antes de que la tripulación del Apollo 11 partiera a Cabo Cañaveral para los meses de entrenamiento preparatorio.

Curiosamente, según Dean en el papel no estaba escrito el artículo indeterminado, pero cuando él lo leyó en voz alta, Neil lo corrigió poniendo la bendita partícula en su lugar. Según el doctor Christopher Riley, catedrático de ciencia y medios en la Universidad de Lincol, director del programa, la frase podía tener un origen familiar . «Neil siempre jugaba al juego «Mother may I» (Madre puedo yo… ) y él siempre le agregaba a ese comienzo de frase «take one small step» (...dar un pequeño paso)», explica Riley.

En el programa la familia revela que después de dar aquel atribulado «pequeño paso», Armstrong se vio dominado por la ansiedad y una sensación de que todo lo que podía hacer en la vida ya le había sucedido. Su hijo, Mark, sugiere que su obsesión con el trabajo, que le costó su primer matrimonio , tenía que ver con ese «paso». «Era una ambición imposible. ¿Cómo iba a poder competir con el primer hombre que había pisado otro planeta?», explicó Mark.

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El astronauta estadounidense Neil Armstrong bajando del módulo lunar del Apolo XI EFE

¿Por qué los astronautas se tropezaban tanto en la Luna?

Mantenerse en posición vertical en la Tierra es bastante fácil para todo el mundo, a menos que uno sea un bebé, tenga una grave dolencia o esté mareado, gracias a esa fuerza invisible llamada gravedad, pero en otros mundos la atracción que el suelo ejerce sobre los objetos es bien diferente . Numerosos documentos de la NASA muestran las dificultades de los astronautas de las misiones Apolo que tuvieron la oportunidad de caminar sobre la superficie lunar. Parecen vídeos humorísticos: trompazos, caídas y traspiés propios de individuos bajo los efectos del alcohol. Dominar los movimientos en un lugar donde la gravedad es mucho menor que en la Tierra no es fácil , por mucho que uno haya recibido un entrenamiento de elite.

Un equipo internacional de investigadores dirigido por profesores de la Universidad de York ha querido conocer cuáles son las razones exactas de esas torpezas tan cómicas. Según su investigación, publicada en la revista PLoS ONE, la razón puede deberse a que la gravedad de la Luna no es suficiente para proporcionar a los astronautas información inequívoca sobre algo tan básico como qué es «arriba» y qué es «abajo». Pero esto no se queda en un chiste.

«La percepción de la orientación relativa de uno mismo y el mundo no sólo es importante para mantener el equilibrio, sino también para muchos otros aspectos de la percepción, incluyendo el reconocimiento de rostros y objetos y la predicción de cómo los objetos se van a comportar en caso de caerse o ser arrojados», explica Laurence Harris, uno de los responsables del estudio. «Malinterpretar qué está arriba puede dar lugar a errores de percepción y amenazar el equilibrio si una persona utiliza un punto de referencia incorrecta para estabilizarse».

Utilizando una centrifugadora de brazo corto proporcionada por la Agencia Espacial Europea (ESA), el equipo internacional simuló campos gravitacionales y utilizó una prueba perceptual creada por ellos mismos para medir hasta qué punto la gravedad determina la percepción de lo que está arriba. El equipo descubrió que el nivel de umbral de gravedad necesario para influir en la orientación de una persona fue aproximadamente el 15% del nivel encontrado en la Tierra, es decir, muy similar a la de la Luna.

En la dirección equivocada

El equipo también observó que la gravedad marciana, el 38% de la de la Tierra, debería ser suficiente para que los astronautas se orientan y mantengan el equilibrio en las futuras misiones tripuladas al Planeta rojo. Es decir, en Marte los astronautas parecerán más estables.

«Si el cerebro no siente la suficiente gravedad para determinar qué camino es hacia arriba, los astronautas pueden desorientarse, lo que puede dar lugar a errores como apagar interruptores de la manera incorrecta o moverse en la dirección equivocada en una emergencia» dice Michael Jenkin, coautor del artículo. «Por lo tanto, es crucial entender cómo se establece la dirección de arriba antes de viajar a ambientes con niveles de gravedad diferentes al de la Tierra».

Uno no tiene más que ver la película «Gravity» para darse cuenta de la importancia y la dificulad de la orientación cuando el cuerpo gira de forma descontrolada en el espacio, donde no hay gravedad.

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