Una aventurera británica cruza en solitario la Antártida

«No puedo creer que esté aquí», afirmó la aventurera a través de la red social Twitter , tras alcanzar su punto de llegada el domingo a las 17.00 hora local (20.00 GMT).

«Estoy sentada en mi tienda, en medio de la ensenada de Hércules, esperando a que el avión venga a recogerme. Me han prometido un copa de vino y una ducha caliente», explicó.

Aston esperaba hoy que las condiciones climáticas mejoraran para ser trasladada a un campo base en el glaciar Unión para, desde allí, viajar a Chile y volver después al Reino Unido el 31 de enero.

«Al levantarme esta mañana he comprendido que ya no tenía que salir rápidamente de mi saco de dormir para lanzarme hacia el horizonte», indicó la británica tras pasar la noche en uno de los puntos más australes del planeta.

Aston recibió suministros desde el aire en dos puntos del trayecto para que su carga fuera menos pesada, si bien no tuvo ninguna otra asistencia durante el viaje.

Tras dejar atrás el mal tiempo y los fuertes vientos a su paso por la meseta central del continente antártico, la británica, que ha trabajado como meteoróloga en estaciones antárticas, se sintió liberada de las dudas que le acompañaron durante parte de su aventura.

«Recuerdo que en momentos de mal tiempo pensaba: qué demonios estoy haciendo aquí», señaló Aston, que el 20 de enero vislumbró las primeras montañas después de semanas contemplando un horizonte plano.

«Todo esto es un poco abrumador. Llevo días y días contando el tiempo y la distancia que me quedaban para llegar hasta aquí y ahora siento que todo se me viene encima de repente y que no estoy preparada para ello», explicó la aventurera en una grabación difundida a través de la red.

Aston agradeció su apoyo a «toda la gente que ha hecho posible» su expedición y recalcó que se siente «privilegiada» por haber tenido la oportunidad de cruzar la Antártida.