Así son las «polillas» que vinieron de África, y así podemos combatirlas

El experto en mariposas e investigador del CSIC, Roger Vila, nos ha explicado que en realidad son varias especies las que nos han visitado, de las cuales por lo menos se han identificado ya tres.

Se trata de la mariposa Gamma , llamada así porque «en sus alas presentan un dibujo de color blanco que recuerda a esta letra griega». Las otras dos especies identificadas son la Noctua y la Catocala. Ambas se diferencian porque «sus alas posteriores, que no se ven cuando están en reposo, son de color amarillo en el primer caso, y rojo en el segundo».

A pesar de la especie de «psicosis» que nos ha entrado a casi todos con la numerosa presencia de estas mariposas, el investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona insiste en que son animales totalmente inofensivos . «ni pican, ni muerden, ni nos van a dar alergia», asegura. Además, a aunque lo más probable es que estas en concreto provengan de África y estén de paso, en España también hay gran cantidad de estas polillas autóctonas «que abundan también en estas fechas».

Pero, ¿por qué han decidido tomar nuestras casas?. La verdad es que al ser especies nocturnas, acceden a nuestros domicilios atraídos por la luz. Por lo tanto, la recomendación si no queremos encontrarnos con varios de estos ejemplares en nuestras cocinas, salones o dormitorios, es la de intentar no tener las luces encendidas y las ventanas abiertas. Nos explica además Roger que «se sienten especialmente atraídas por las luces ultravioletas, como las que utilizan los dispositivos para atrapar moscas y mosquitos, por lo que si la luz es más bien amarillenta tenemos menos probabilidades de que acudan».

Una buena alternativa, si no queremos permanecer con las puertas y ventanas abiertas, es la de instalar mosquiteras , que impedirán su paso, y además seguirán siendo útiles según avance el verano, evitando también la entrada de moscas y mosquitos.

Una vez que han entrado en nuestra casa, tampoco tenemos que temer que se instalen y hagan una colonia. En realidad, nos explica Roger Vila, lo más probable es que, sobre todo si se trata de un hembra, se quede inmóvil. Así puede permanecer un par de días , y, teniendo en cuenta que «viven aproximadamente una semana, pasados unos días terminan muriendo». Lo más práctico es cogerla y soltarla fuera de casa , o bien utilizar un insecticida, aunque en este caso «tenemos que pulverizar bastante cerca. No sirve de nada rociar la casa para que no entren, porque estos insecticidas pasados unos minutos dejan de tener efecto».

Tampoco son útiles los insecticidas «de pastilla o de enchufe», porque están destinados a moscas y mosquitos , pero no a mariposas o polillas de este tipo.

En nuestra casa no van a anidar. Lo máximo que puede suceder es que «pongan sus huevos en el jardín, y que pasados unos días aparezcan las larvas comiéndose alguna de las hojas». En este caso, la recomendación es exactamente la misma. «Cogemos la larva y la sacamos del jardín o de la maceta».

Una cosa sí es cierta. Mientras que muchos de nosotros sentimos la presencia de estos animales como una amenaza, aunque al final sean inofensivos, hay otras especies que «se están poniendo las botas», como algunos murciélagos , y aves como los estorninos.

Y por si no nos lo acabamos de creer, en algunos lugares de España las visitas nocturnas de estas «polillas»son un anuncio de buena suerte , así que, tras esta plaga hasta alguno podría llegar a pensar que gracias a ellas «la crisis está a punto de terminar», bromea Roger.