Un lagarto barbudo del tamaño de una camioneta

Según describen paleontólogos de la Universidad de Nebraska-Licoln en la revista científica Proceedings de la Royal Society B, los fósiles de este colosal lagarto de Myanmar se encontraron originalmente en los años 70, pero no fueron estudiados hasta hace pocos años, cuando los investigadores comenzaron a examinarlos. Entonces se dieron cuenta de que sus huesos eran característicos de un grupo de modernos lagartos que incluyen dragones barbudos, camaleones o lagartos de cola espinosa. Pronto, el equipo se dio cuenta de que se trataba de una criatura muy grande y única. Podía alcanzar los seis metros de largo y más de 27 kilos de peso.

Además, observaron otro signo revelador, unas crestas en la parte inferior de la mandíbula que parecía soportar tejidos blancos, muy parecido a la papada multicolor en la barbilla que da a algunos lagartos modernos un aspecto barbudo. El lagarto ha sido llamado oportunamente Barbaturex morrisoni (Barbaturex significa «rey barbudo») en honor al cantante de los Doors. «Yo escuchaba a The Doors durante la investigación. Algunas de sus imágenes musicales incluyen reptiles y lugares remotos, y Jim Morrison era, por supuesto, el «Rey Lagarto», por lo que todo vino junto», confiesa Jason Head, responsable de la investigación. La letra de la canción de Morrison dice algo así como «Soy el rey lagarto, puedo hacer cualquier cosa». En efecto, el tema parece estar hecho para este animal de leyenda.

¿Cuestión del clima?

En el mundo actual, los lagartos herbívoros como las iguanas son mucho más pequeños que los grandes mamíferos herbívoros. Los lagartos más grandes, como el carnívoro y gigante dragón de Komodo, se limitan a las islas con pocos depredadores mamíferos. No se sabe, sin embargo, si los lagartos tienen un tamaño limitado por la competencia con los mamíferos o por las temperaturas de los climas modernos.

Pero B. morrisoni vivía en un ecosistema con una gran diversidad de mamíferos, tanto herbívoros como carnívoros, durante una época cálida en la historia de la tierra -hace de 36 a 40 millones de años- cuando no había hielo en los polos y los niveles atmosféricos de dióxido de carbono eran muy altos. La criatura era más grande que la mayoría de los mamíferos con los que convivió, lo que sugiere que la competencia o la depredación por estos animales no restringían su evolución como un gigante.

«Creemos que el clima cálido durante ese período de tiempo permitió la evolución de un gran tamaño corporal y la capacidad de de estos lagartos herbívoros de competir con éxito con los mamíferos», afirma Head. El científico quiere conocer ahora durante cuánto tiempo persistió este lagarto en el mundo y hasta dónde se dispersó, y si existe una relación entre su gran tamaño y el clima en el que vivía. También se pregunta si un calentamiento global puede tener como consecuencia que los lagartos gigantes vuelvan algún día a la Tierra.

El investigador cree que si la temperatura global subiera a un ritmo natural y se preservaran los hábitats se manera saludable, se produciría una evolución de lagartos, tortugas, serpientes y cocodrilos gigantes. «Pero estamos cambiando la atmósfera tan rápido que la velocidad del cambio climático es probablemente demasiado rápida para que la mayoría de los sistemas biológicos pueden adaptarse. En lugar de ver el crecimiento y la propagación de los reptiles gigantes, lo que puede llegar es la extinción», advierte.