Con Ana Locking bailamos voguing

Begoña, al igual que el resto de los asistentes, pudimos disfrutar de un auténtico espectáculo, y como decía la mujer del presidente del Gobierno «ha sido arrollador, con gran fuerza» . Se han aunado música, espectáculo y moda. Más no se puede pedir.

Basado en los inicios del voguing, que para los profanos en la materia es una danza que los afroamericanos y latinos bailaban en Harlem. Con los años, esa danza se convirtió en un movimiento social, una forma de expresión para los que sentían discriminados por su condición sexual, de raza… Personas que ocultaban su condición ante la presión se expresaban a través del baile.

Ana, con esa forma que tiene de abrigar su colección y de contextualizarlar, ha montado en pasarela un ball (concurso de bailarines de voguing). Cinco bailarines internacionales han hecho levantar al público de sus asientos ante su increíble ritmo.

Al son de la música Ana divide su divertida colección en cuatro partes: la primera la dedica al ejecutivo que no puede mostrar su condición. Un ejecutivo desenfrenado en príncipe de gales. La segunda es la sexy, blanco y negro y verde en jacquares cuados vichy. Muy sexy, realmente. La tercera, la Vogue Femmey, se desborda de flecos, de movimientos,. Y la cuarta, la rumway donde el plata y el rosa en tejido de papel metalizado y las lentejuelas son los protagonistas.

En esta reivindicación hacia los derechos del colectivo LGTB, Ana cuenta para su desfile con cuatro transexuales, que se ganan al público con su gracia y sus movimientos arrolladores.