Convergència confía en la renuncia voluntaria de Jordi Pujol, su presidente de honor

La evasión fiscal confesa de Pujol ha provocado tal tormenta política que Convergència se ha visto obligada a soltar lastre de quien todavía hoy era su referente moral . CDC confía en que Pujol renuncie voluntariamente a su cargo como presidente honorario del partido y a esos privilegios institucionales. Y si el domingo era el nuevo hombre fuerte de CDC, Josep Rull, quien abría la puerta de salida a Pujol, ayer era el consejero de Territorio de la Generalitat, Santi Vila, quien arremetía contra el «molt honorable senyor», tratamiento que aún conserva Jordi Pujol. «Es inadmisible y reprobable», dijo Vila en relación a las cuentas ocultas de Pujol en Andorra. El consejero catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, también aludió a la gravedad de los hechos: «Me ha sorprendido mucho y me ha dejado atónito».

Los republicanos también han sido contundentes en su condena, pero no lo suficiente como para apoyar una comisión de investigación en el Parlamento catalán que el PP formalizó ayer. La presidenta de los populares catalanes, Alicia Sánchez-Camacho, afeó a Pujol su «patriotismo hipócrita» e instó al presidente Artur Mas a «dar la cara» porque «no puede decir que es una cuestión privada y familiar. En su opinión, la confesión de Pujol mediante carta explica las prisas por la creación de una hacienda propia catalana. El líder del PSC, Miquel Iceta, pidió a Mas y Pujol que «motu propio» den explicaciones en el Parlamento.

Y mientras el padre del nacionalismo catalán se ve obligado a pasar cuentas con Hacienda, el llamado « proceso catalán » continúa y el enésimo informe de los asesores de Artur Mas afirman que una Cataluña independiente tendría un superávit de 11.500 millones de euros. Proponen militarizar a los Mossos d’Esquadra o crear una guardia nacional.