Artur Mas, rehén de ERC, obligado a inmolarse con una consulta ilegal

La última palabra siempre la tuvo ERC, pero ahora más que nunca, Junqueras es quien va a gobernar en la sombra en Cataluña. El diálogo con el Gobierno español sobre una consulta independentista ilegal, según los términos aprobados hasta ahora, se aleja cada vez más, pues el propio líder de CiU aseguró, en un intento de disimular el “sorpasso” de ERC en las europeas, que no está dispuesto a dar ni un paso atrás. Eso le condena, sí o sí, a convocar la consulta el 9 de noviembre en lo que puede ser su última decisión como dirigente catalán, dado que el Ejecutivo español no lo permitirá.

Se abrirá entonces la puerta a unas elecciones autonómicas anticipadas con ERC como claro favorito y CiU en fase de descomposición, pues las urnas han hablado: o Mas sube su apuesta y se coaliga con ERC, cosa que su socia, UDC, no está dispuesta a consentir –ya impidió que CiU acudiera en coalición con ERC en las europeas-, o vuelve a presentarse con un programa con la consulta como eje electoral, algo que ha quedado superado por las circunstancias, que ponen la declaración unilateral de independencia en un horizonte más cercano. A más corto plazo, es poco probable que los republicanos entren ahora en el Gobierno de Mas, si lo hacen será únicamente para forzarle a disolver la legislatura ante el previsible fracaso de la consulta.

Por su parte, el líder del PSC, Pere Navarro, ha prometido abrir un período de reflexión ante este nuevo batacazo, que será aprovechado por el sector soberanista de su partido para presionar hacia una catarsis del partido . Dar la espalda a la ruta secesionista de CiU y ERC no se ha traducido en una recuperación de votos, posiblemente porque esa decisión se produjo tras muchos meses de titubeo y porque la presión de Ciudadanos -imparable con Albert Rivera al frente-, Podemos o ICV ha sido muy fuerte, lo que confirma el deseo del electorado de izquierdas de encontrar una alternativa a las formaciones clásicas.

ICV, siempre a la sombra de los socialistas, mantiene su tendencia al alza y es posible que los resultados electorales, que dan mayoría clara a los partidos que apoyan la consulta, incluidos los propios ecosocialistas, aboquen a la cúpula de la formación liderada por Joan Herrera y Dolors Camats a apoyar el “sí” a la independencia tras muchos meses de indefinición.

Al PP, por su parte, le ha pasado factura el hecho de ser partido de Gobierno en España, lo que es visto como sinónimo de recortes y de bipartidismo, pero también de rechazo a una consulta secesionista, lo que se ha traducido en una campaña de acoso durísima por parte de radicales independentistas, anarquistas y miembros de la Plataforma Anti Desahuicios. Pero el partido de Alicia Sánchez-Camacho está convencido de que Mas tiene los días contandos y con él, CiU, lo que puede suponer una reordenación de las fuerzas constitucionalistas en el Parlamento catalán.