Pero… ¿qué son los «Países Catalanes»?

El primer catalanismo, fuera de derechas o de izquierdas, ensayó una infinidad de conceptos que recogieran la esencia del “sujeto político catalán”. Fue desde las tesis iberistas y federalistas de Víctor Balaguer, que reivindicaba la unidad política de la Corona de Aragón, a “la España Grande” de Cambó , o el imperialismo catalán de Prat de la Riba, que soñaba una “nación catalana” que convirtiera el Estado español nuevamente en un imperio.

El término “Países Catalanes” es muy tardío y aparece, sin finalidad política, en la “Historia del Derecho en Cataluña, Mallorca y Valencia”. publicado en 1876 por el valenciano Bienvenido Oliver. El término fue retomado por algunos de los primeros catalanistas, que pronto olvidaron la reivindicación federalista de la Corona de Aragón, y redujeron el “sujeto político” a una mera comunidad lingüística. Se iniciaba así el “pancatalanismo” (intentando imitar el pangermanismo), que tuvo su primer teorizador en Alfons Maseras (1915). Sin embargo esta idea decayó entre los avatares de la Segunda Guerra Mundial.

Paradójicamente, será retomado en los años 60 del siglo XX por un valenciano: Joan Fuster. En su obra “Nosotros, los valencianos” proponía que una vez se consiguiera esa unidad lingüística, se cambiaría el nombre de “Países Catalanes” por el de Cataluña. Para colmo, Fuster proponía que las comarcas castellanohablantes de Valencia, serían un impedimento para la conciencia nacional, y por tanto había que descartarlas. No obstante el absurdo de ignorar a millones de castellanohablantes de Cataluña, la idea de “Países Catalanes” fue retomada por los grupos radicales marxistas, como el PSAN, que dieron lugar a Terra Lliure y el Moviment de Defensa de la Terra .

Como siempre el cainismo catalanista enfrentó a los que deseaban centrar sus esfuerzos en independizar “sólo” Cataluña o los que sólo veían legítima la lucha por la independencia de los Países Catalanes. En estas elecciones europeas Junqueras ha retomado este quimérico proyecto. Sin embargo, el absurdo es que en unos “Países Catalanes” el partido más votado sería el PP, seguido del PSOE y los partidos nacionalistas serían una burda minoría que no alcanzaría el 25% y el 70% de sus habitantes serían castellanohablantes.

Javier Barraycoa es profesor universitario, sociólogo y escritor