El PPC denuncia una «escalada» de «violencia verbal y física» hacia sus miembros

En rueda de prensa, la dirigente de los populares catalanes ha recordado que el PPC ha denunciado en los últimos meses una «escalada intensa de agresiones» y ha afirmado que en Cataluña hay un «clima de crispación, de enfrentamiento y de división» del que culpa al gobierno de Artur Mas.

Según Sánchez-Camacho, en los últimos meses setenta sedes del PPC han sufrido agresiones y miembros de su partido han recibido dos amenazas de muerte, además de las que ha asegurado haber recibido ella misma en algunas ocasiones cuando recoge a su hijo del colegio. La presidenta del PPC ha expresado su preocupación porque los insultos a los políticos se profieran ante sus familias, tal y como asegura que le sucedió al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz , a principios del mes de abril.

Sánchez-Camacho cree que este «clima de crispación» se plasma tanto en la «violencia verbal», porque les dicen que se vayan de Cataluña y les atacan con insultos, como en la «violencia física», en los ataques a las sedes del PP. «El ambiente está enrarecido. Pedimos al Govern que recapacite porque el proceso soberanista está enfrentando y dividiendo a familias y a amigos. Si el gobierno de la Generalitat quiere menospreciar esto se equivoca», ha avisado.

Sánchez-Camacho ha afeado al portavoz del Govern, Francesc Homs, que «menospreciara» el «clima de crispación» en Cataluña al señalar que «hay cosas que los políticos han de aguantar», porque considera que el ejecutivo catalán «no puede no reconocer que hay mucha gente que se está sintiendo agredida». «El Govern -ha aseverado- no puede mirar hacia otro lado. El proceso independentista nos está llevando a un clima de crispación que no queremos que vaya a más y que volvamos a la convivencia».

La líder del PP en Cataluña ha hecho estas declaraciones tras recibir la medalla conmemorativa de las Cuatro Sinagogas Centrales de la Comunidad Sefardita de Jerusalén de manos del presidente de dicha comunidad, Abraham Haim, por su «labor incansable e infatigable en contra de la ruptura y del separatismo» y «a favor de la unidad de los catalanes con el resto de españoles».

Sánchez-Camacho ha apelado al espíritu de la comunidad judía sefardita, que cree que encarna los valores de «convivencia y tolerancia», para que los catalanes se «reencuentren» con aquellos que «han iniciado un proceso hacia la división y la ruptura», proceso que cree que ha generado este «clima de crispación».