Playa, mar, Sorolla. Si tenemos que pensar en el pintor del Mediterráneo por excelencia todo el mundo recurre al genial Joaquín Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla, 1923). Tras el deleite hace unos años de la muestra de las pinturas de la Hispanic Society en el MNAC, ahora podemos disfrutar, gracias a la Obra Social «La Caixa», de ochenta oléos que viajan desde la Fundación Museo Sorolla de Madrid para constatar que llega el verano.

Se han abierto ventanas en las paredes de las salas de CaixaForum por expreso deseo de la comisaria de la exposición, Consuelo Luca de Tena, que veía fundamental que entrara la luz natural. Iluminadas por el sol de Barcelona, los paisajes de «Sorolla. El color del mar» son desde hoy la gran atracción de la agenda cultural. El recorrido propuesto, rodeado de enormes fotografías donde reconocemos al artista con su caballete a cuestas y sus sombreros, nos guía por su carrera incansable de pintor. El primer lienzo, «Marina» 1880, lo pintó a los dieciocho años para enviarlo al Premio Nacional de Pintura pero no tuvo suerte. El agua y su movimiento fue una de sus grandes obsesiones. Reconocemos paisajes de la costa valenciana, de las Islas Baleares, de San Sebastián y de Biarritz.

«Sorolla fue fiel a su propio estilo y no evolucionó con las vanguardias», subraya Consuelo Luca de Tena, comisaria de esta muestra y directora, desde hace tres años, de la Casa Museo de Sorolla de Madrid.

Costa de Santa Cristina

Se trasladó a Barcelona en 1915 en busca de inspiración para realizar «Cataluña»,una de las pinturas para la Biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York. «En su búsqueda de escenarios encontró los pinos de la costa de Santa Cristina en Lloret de Mar que fueron el escenario que eligió», subraya Luca de Tena frente a un óleo que representa una parte del gran mural.

A las obras del Museo Sorolla, se incorporan en Barcelona cuatro cuadros de colecciones privadas. «No podemos pasar por alto los reflejos del sol en el mar y el perfil de una enorme sombrilla en este cuadro que nos ha cedido Plácido Arango», desvela Luca de Tena que cree que es una suerte poder ver cuadros que pertenecen a particulares y que también viajarán a Palma de Mallorca y a Zaragoza (la nueva sede de CaixaForum se inaugura el 27 de junio).

«Pasaba largas horas al aire libre y se definía como naturalista», apunta Luca de Tena que cree que en estos ochenta lienzos se puede estudiar muy bien su dominio del mar en las distintas horas del día.